Lucha leonesa: identidad leonesa

«CÓMO seguir siendo leonés y no morir en el intento. Cómo seguir siendo amante de la lucha leonesa y no morir en el intento». Puede que el envite de la desidentificadora -leonesamente- Fundación Villalar se logre superar esta vez, pero ¿y el próximo envite/arremetida? Y de la leonesamente identificadora «Fundación Cortes de León» (las primeras Cortes democráticas de Occidente) a lo peor ni se vuelve a hablar en cuenta pierda actualidad la presente polémica. Y ahí era donde precisamente habría de encontrar el mejor acomodo todo cuanto se relaciona con la nuestra lucha leonesa: como valor o nuestra tradición y cultura popular, a más de -obviamente- seña de identidad diferencial etc. Porque está sucediendo que con lo de los aluches o los luches o la luche se lo ponemos «aguevo» a los de la autonomía del empeño desidentificador leonés, versus Villalar. Vía Villalar en seguida le ponen apellido; «aluches castellanoleoneses» y ya lo tienen. Y apartan esa denominación -de origen- de lucha leonesa, lucha por León, que tanto aborrecen los intelectualoides nacidos en León, que no implica leoneses en ejercicio. Lucha leonesa, reivindicación leonesa, lucha por León. Si la Leonesidad es un sentimiento y de agravio permanente, la lucha leonesa ha de ser también un sentimiento y permanentemente reivindicativo; ya se sabe hasta perecer en el intento. Lucha leonesa, lucha por lo nuestro. Lamentablemente la ciudadanía leonesa y el pueblo de León como tal no acaba de plantearse esta autoexigencia en forma de exigencia a sus representantes políticos. ¿lucha por León? A las pruebas de las últimas elecciones nos remitimos. Con escaso análisis referencias entre la ciudadanía votante y con los partidos centralistas «centrados en vendernos un centralismo autonómico» que muy pocos leoneses en principio y de partida estarían dispuestos a «comprar». Pero que acaban por asumir casi fatalistamente. Y así empieza a diluirse la Leonesidad, el sentimiento regional leonés. Pasotismo y entreguismo, y en lontananza la perspectiva amenazante de una Diputación Provincial autonómicamente concebida para anularnos como provincia e imprimirle latido autonómico.. En lo específicamente deportivo (luchístico) mentes cortas y estrechas que se agarran al «lejos de nosotros la funesta manía de pensar». A lo que cabría anteponer en clave Groucho Marx; para encontrar tiempos peores habrá que remontarse al futuro. Cuando de lo que se trataría debería de ser en realidad de una federativa evolución interna y externa. Y políticamente, una lucha leonesa «como emblema identificado de la identidad leonesa». Federativamente proyección extraprovincial y operativamente aprovechamiento de sinergias, optimización de recursos, merchandising, etc, etc. Ay, el desarrollo sostenible tornado en luchístico desarrollo (¿) insostenible. Porque ni vale eso de que «lo que no es tradición el plagio», ni estamos con las gentes sin imaginación que se apuntan al «sino hago lo que veo me meo». Nos alineamos con una lucha evolutiva y moderna pero con todas sus raíces e identidades leonesas. Parodiando otro título cinematográfico, «que hemos hecho para merecer esto» se nos lamentaba un leonés marcado con el espíritu -estigma- de la lucha leonesa. Aparte de constituir esa denostada muchedumbre/mansedumbre (muchos mansos), la corriente acaba derivando -degenerando- hacia ese a modo de rebaño papanatista del pensamiento único... ¿único o inexistente? Obviamente apostamos por el pensamiento plural, pero una pluralidad que ojalá llegase a tener en común el basamente de las raíces y de la identidad leonesa; justo lo que representa, o debiera representar, la lucha leonesa. Simbolismo leonés por excelencia..