Manuel Fernández hace del premio el consuelo indirecto
No está bien quedarse en la excusa del dinero (500 euros, de todos modos, no están mal como consuelo) cuando lo que se intenta es alcanzar el triunfo en una competición de estas características. Manuel Fernández Caselles llegaba desde las instalaciones de Las Caldas, en Asturias, pero las prisas de última hora por los problemas de luz (se hacía ya tarde para las últimas rondas) y la excesiva lentitud con la que se jugaron los primeros hoyos de liminación, forzaron un final un tanto cargado de presión, y en esas, el segundo puesto llevó acento asturiano. Para el próximo año se anuncian aires de continuidad. No es muy normal que haya público viendo el juego en el campo, y el sábado se notó en el ambiente.