TENIS
Ferrero humilla a Gaudio y Moyà aprovecha la lesión de Zabaleta
España se beneficia de la mala suerte de Argentina y avanza con paso firme hacia la final de Copa Davis
En Andalucía suelen echar pestes del mal fario. Y no les falta razón, porque ese mal fario se ha cebado a fondo con el equipo de Argentina. Primero, con las lesiones de Coria y Nalbandián. Después, con los problemas físicos de Zabaleta y también con el desmoronamiento de Gastón Gaudio. El enfrentamiento de semifinales con España en la pista construida en el párking del pabellón Martín Carpena registra ventaja de 2-0 para los hispanos, pero han concurrido las indicadas circunstancias de por sí nada normales. España logró abrir brecha. Juan Carlos Ferrero, como cabía esperar, hizo honor a su condición de líder mundial y se impuso a Gastón Gaudio (32), con el que había perdido en cinco de los nueve partidos disputados. El de Onteniente ganó en dos horas y dos minutos por 6-4, 6-0 y 6-0. Por su parte, Carlos Moyà (6 del mundo) sacó provecho de los calambres sufridos por Mariano Zabaleta (24), al que superó por 5-7, 2-6, 6-2, 6-0 y 6-1. Hoy sábado (12.30 horas, La 2) se jugará el doble: Álex Corretja y Albert Costa contra Agustín Calleri y Lucas Arnold. Juan Carlos Ferrero tuvo un arranque cargado de nerviosismo e incluso reconoció estar algo fallón durante los cuatro primeros juegos del partido frente a Gaudio. El argentino llegó a despegarse con ventaja de 3-1 y 40-15. Servía él. Estaba en vena de aciertos y justo a partir de esa situación se produjo su cambio radical. Entró en barrena. Ya no fue el mismo. Quedó a merced de un Ferrero cada vez más repuesto de sus desajustes en la apertura. Con todo, el desarrollo de ese set fue bastante equilibrado, pero el 6-4 no fue plasmado por el valenciano hasta después de sesenta y tres minutos. A partir de ahí, fue la humillación para Gaudio. Encadenó errores en cantidades industriales y Juan Carlos, por contra, subió el tono de su irresistible juego. A Gaudio le traicionó el saque como nunca. Sirvió once veces y perdió diez el servicio. Peor, imposible. Zabaleta se rompió En cuanto a Carlos Moyà, vino a verle un hada milagrosa, porque jugar, jugó francamente mal durante los dos primeros sets, totalmente dominado por un Mariano Zabaleta empeñado en no conceder tregua con su juego tenaz. El argentino tuvo dos sets a favor. Tenía allanado el camino. El revés de Moyà fallaba como una mala escopeta de feria. Zabaleta se situó con un marcador favorable de 7-5 y 6-2. En el tercero empezaron sus desdichas. Fue en el quinto juego. Quiso llegar a una dejada de Moyà y al conectar la pelota, en posición forzada, notó un calambre en la pierna izquierda. Fue el punto de partida hacia su irrefutable derrota. Zabaleta quedó roto por completo. Llegó a temerse su abandono. El hombre aun a riesgo de agravar su problema, mantuvo el tipo, aunque sin poder evitar que Moyà despertara.