Petacchi se adjudica su cuarto triunfo en la llegada a Valdepeñas

Cuando en la Vuelta a España se habla de etapas decisivas y el día anterior hay una jornada de relativa tranquilidad aparece Alessandro Petacchi. El vencedor en Valdepeñas, que lleva, de momento, catorce etapas ganadas este año en las tres grandes, sigue engordando su palmarés. Pero la carrera, la Vuelta, pensaba en la etapa más dura que le queda a esta prueba, en teoría, que es la que se disputará hoy, con llegada al alto de la Pandera, en Jaén, una cumbre en la que el año pasado consiguió la victoria Roberto Heras, con 18 segundos de ventaja sobre Gilberto Simoni, Óscar Sevilla e Iban Mayo. El líder, Isidro Nozal, nos decía que «no conozco ni la subida a la Pandera, ni Sierra Nevada. No la he subido ni en carrera, ni en competición. Todo el mundo me dice que es la ascensión más dura de todo lo que falta. Lo que sé es por lo que me han contado». El corredor al que todo el mundo apunta como dinamitador de la Pandera es Roberto Heras. «Sé que no me queda otro remedio que atacar. La diferencia que tiene Nozal es muy amplia. Se le puede intentar quitar algo de tiempo, pero no tanto como el que lleva. No hay terreno para sacar tanto tiempo salvo que falle» comentaba en el día de ayer el corredor bejarano del US Postal. Pocas opciones de sorpresa Las únicas posibilidades de que Nozal pierda el jersey oro pasan por algún desfallecimiento, una situación que en su equipo no puedan controlar, lo que no parece probable, pero que nunca se puede descartar y más en un corredor joven, que se está encontrando en una situación desconocida para él. Manuel Beltrán, que llega a su tierra, Jaén, puede tener sus posibilidades de triunfo, aunque va a estar muy pendiente de Heras: «Lo importante es que Heras pueda conseguir el podio. La Pandera tiene cuatro kilómetros duros, pero ese es poco terreno para sacar grandes diferencias si el líder está bien. Si Nozal sigue como hasta ahora no hay nada que hacer». El director del líder, Manuel Saiz, no tiene reparos en afirmar que «nos moveremos como en Envalira, a la defensiva. Son otros los que tienen que atacar. Habrá dos carreras, una por la etapa y otra por la general. Lo lógico es que perdamos algo de tiempo, pero no sé cuánto se puede perder». Igor González de Galdeano estará al servicio de Nozal, «pero vamos a depender un poco de las circunstancias. Hay que ir viendo cómo se desarrolla la prueba». Escasez de aspirantes No quedan muchos corredores que puedan hacer daño pensando en una general, por lo que tanto a Once-Eroski como a Nozal les puede valer con controlar a Roberto Heras. En el Kelme, Alejandro Valverde y su equipo piensan en «controlar la carrera todo lo que podamos y ver luego qué es lo que pasa en la subida. Yo de momento me estoy encontrando bien, no acuso cansancio, y lo único que quiero es estar lo más arriba posible. No pienso en nada concreto».