El Barça empata con Osasuna al parchear sobre la marcha
Rijkaard erró en el Camp Nou al alinear de nuevo al famoso tridente
El Barça naufragó nuevamente en el Camp Nou tras empatar ante Osasuna. Las mentes pensantes de los azulgrana regalaron sesenta minutos de partido al alinear por segunda vez consecutiva al embudo atacante. Un presente que Osasuna no desaprovechó. Rijkaard reiteraba su osadía por el funesto tridente. El Barça pasaba de las bandas. La apuesta era un riesgo. Las victorias como visitantes no evidenciaban la mediocre puesta en escena de los azulgrana. Obcecados en colocar a Kluivert, Saviola y Ronaldinho en el once inicial, los azulgrana apostaban por la hipotética clase de sus estrellas para desbaratar a Osasuna. Cuarenta y cinco minutos bastaron para echar por tierra la estrategia del holandés. El Barça era incapaz de generar juego. En toda la primera parte, una única ocasión y un saque de esquina en el descuento. Lamentable. Osasuna planteó su habitual sistema de juego desde la llegada de Javier Aguirre. Los navarros pasan del patadón. Quieren el esférico esperando su oportunidad. La tuvieron. Las carencias locales se hacían evidentes. Saviola y Ronaldinho eran los únicos que lo intentaban aunque con escasa suerte. Kluivert divagaba por el campo como un alma en pena. Al holandés le debe afectar su rebaja de sueldo porque sigue sin dar una a derechas. Y lo más grave, se evade del terreno. Osasuna respiraba. Sanzol era un invitado de piedra compartiendo ese privilegio con Valdés. El público respondía con naturalidad ante el pobre espectáculo. Ni se inmutaban. Los navarros estaban correctos; los catalanes, dormidos. Rijkaard no cambió la dinámica. Le costó al técnico holandés darse cuenta de la inoperancia ofensiva. Tanto que Cruchaga le dio la puntilla. Los navarros reiteraban la tónica de la Liga. Nuevo tanto a pelota parada y el Barça a contracorriente. Osasuna había cumplido. No quedaba más remedio. Un extremo, el portugués Quaresma, a escena. Ningún cambio. Overmars a la izquierda. Novedad. Un centro desde la banda. Un saque de esquina. Un rebote. La suerte. Ronaldinho dispara e Izquierdo mete la pata. Tanto que el disparo se cuela en la portería de Sanzol. El despertar del banquillo azulgrana solventó la tristeza, porque el Barça precisa las bandas. Otro resultado: Atlético de Madrid 0 - Valencia 3.