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Marro
León

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El pasado miércoles, en el análisis de los claroscuros -luces y sombras- de la Lucha Leonesa, en clave de luces apostábamos por el horizonte luminoso de los Clubes. Y nos servíamos del testimonio de una dirigente -Rosario Ramos- del Club de Lucha San Guillermo de Cistierna aparecido en el último número de la revista «Al Corro» que edita precisamente ese Club. Completamos a continuación el esbozo que arrancábamos la semana pasada «(...) Es el nuestro un club perfectamente estructurado, con estatutos reguladores de los derechos y deberes de todos los miembros, ya sean socios, luchadores o los propios órganos de gobierno. (...) Cada año procuramos mejoras para todos los miembros del club, sobre todo de nuestros luchadores: el Club proporciona atuendo deportivo del equipo (cada luchador cuenta con un chándal y un traje de corto de Lucha), contrata los servicios de un autobús para los desplazamientos que realizamos en la Liga de Invierno (el equipo y gran parte de nuestros socios viajan en grupo); al término de cada competición en la que tomamos parte, nuestros luchadores reciben un bocadillo y refresco; el Club ha pagado el importe de los reconocimientos médicos de cada luchador, así como la cuantía de las fichas federativas de todo el equipo; pone a disposición de sus luchadores un entrenador dos días por semana y dos horas de entrenamiento en cada sesión en Cistierna y León (pago del alquiler del gimnasio a cargo del club); se ha facilitado transporte a todos los luchadores infantiles y juveniles para su asistencia a los corros estivales, en orden a promover el deporte base; el Club obsequia a los luchadores con un mínimo de dos comidas o cenas anuales, al objeto de que se sientan arropados y acompañados por sus socios, familiares, colaboradores y simpatizantes. Etcétera, etcétera. «(...) Todas estas acciones las lleva a cabo un Club modesto sin más recursos económicos que el premio que recibe de la Diputación por participar en la Liga de Invierno, la aportación de algo más de setenta socios con carnet propio que pagan su cuota mensualmente... Nuestro Club no percibe subvención alguna de organismos oficiales, Diputación, Junta, Instituciones culturales o deportivas. Aún así, nuestra trayectoria en todos los aspectos es en todo momento una línea ascendente. Todo lo expuesto que sería normal en cualquier otro deporte, en el nuestro es algo novedoso y viene a demostrar que una buena gestión y ganas de trabajar hacen el milagro. En Cistierna se ha pasado de no tener nada a contar con un Club de Lucha Leonesa, una prometedora cantera y varios luchadores que se están haciendo un hueco en el mundo de la Lucha. Todo esto nos hace pensar que este proyecto, que nació en 1997, merece la pena...». No se han atrevido a añadir que lo logrado «más que gracias a», lo ha sido más bien «a pesar de». Y que ahí queda el ejemplo de lo que es -debe ser- una verdadera estructura de club; de un auténtico Club de Lucha Leonesa.

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