El Deportivo logra tres puntos con lo justo a costa de un pobre PSV (2-0)

El Deportivo está en el buen camino de la clasificación para octavos de la Liga de Campeones, tras su victoria ante el PSV Eindhoven. A falta de buen juego, los blanquiazules tuvieron el oficio y la suerte suficientes para conseguir un resultado que deja a los holandeses prácticamente sin posibilidades de acceder a la siguiente fase. Las intenciones de ambos equipos quedaron bien claras nada más comenzar el partido, con un Deportivo que buscaba el balón y un PSV que apostaba claramente por el contraataque. Hiddink no ocultó su temor al potencial ofensivo coruñés y alineó a un jugador, Van der Schaff, con la única misión de perseguir a Valerón por todo el campo. El campo, muy rápido por la intensa lluvia, no favorecía precisamente las intenciones de los herculinos y los holandeses estaban bien dispuestos en defensa. En este capítulo era precisamente donde el equipo blanquiazul ofrecía más dudas, pues la adelantada zaga era una arriesgada invitación permanente a las carreras de Rommedhal y Kezman. La suerte sonrió a los locales en un lanzamiento de falta desde las inmediaciones del área transformado por Sergio. Su disparo tocó en la barrera visitante y despistó a Waterreus, que nada pudo hacer. Sin haber hecho méritos, el Deportivo tenía el partido a favor ante un PSV obligado a arriesgar. Con Valerón bien tapado y con unos extremos incapaces de desbordar a sus pares, la dejadez blanquiazul se tornó por momentos alarmante. Para fortuna de los blanquiazules, los holandeses no andaban muy finos en el último pase. Nada más empezar la segunda tarde, Pandiani tuvo la sentencia en un mano a mano, pero esta llegó unos minutos después gracias a un penalti transformado por el propio delantero uruguayo.