Roddick amenaza el reinado mundial de Ferrero en la ATP

El duelo entre el valenciano Juan Carlos Ferrero y el estadounidense Andy Roddick por el reinado mundial será el máximo atractivo de la segunda edición del Tennis Masters Madrid 2003, que se disputará del 11 al 19 de octubre próximos en el Recinto Ferial de la Casa de Campo, tendrá como presidente de honor al Príncipe Felipe, se verá por televisión en 150 países y contará con el patrocinio, entre otros, de ABC y Vocento. El prestigioso torneo, octava parada de la Masters Series, fue presentado oficialmente ayer viernes durante un acto que contó con la presencia del tenista Carlos Moyà y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón, además de Manolo Santana, director del Tennis Masters Madrid, Ion Tiriac, asesor del torneo, Manuel Cobo, vicecalcalde de Madrid, y Agustín Pujol, presidente de la Federación Española de Tenis. Batalla absoluta Amén de la batalla entre Ferrero y Roddick por el número uno de la ATP, el mallorquín Moyá se jugará en Madrid su presencia en el Masters 2003, que se celebrará a finales de noviembre en Houston. «Siempre me he sentido muy a gusto en Madrid y espero que este torneo adquiera gran tradición en el futuro. Confió en que con mi juego y la ayuda del público acceda por cuarto año al torneo de Maestros», reflexionó Moyà durante la puesta en escena del certamen. Moyà deberá jugar a tope en el popular 'Rockódromo' madrileño y estar muy atento a las evoluciones del alemán Schuetler, el argentino Nalbandian, los australianos Lleyton Hewitt y Philippoussis, los holandeses Schalken y Ververk, el tailandés Srichaphan, el francés Gorsjean y el marroquí El Aynaoi. Todos ellos tienen aún posibilidades de acceder al Masters y unirse así a Ferrero, Roddick, Federer, Coria y Agassi, ya clasificados. Precisamente, el estadounidense, ganador de la primera edición por la lesión del checo Jiri Novak, será la principal ausencia en Madrid. Prefiere dedicarse a la familia toda vez que su mujer, Steffi Graf, está a punto de dar a luz. «Faltará Agassi porque a los 30 años y pico sus prioridades cambiaron».