León saca la cabeza fría a la pista y remonta un complicado partido

León consiguió ayer inaugurar su marcador de victorias al jugar un partido serio tras el descanso, ya que fue capaz de remontar hasta 17 puntos al Gijón. Los de Ángel Jareño volvieron a pagar un mal arranque y permitieron al rival irse, pero el equipo exhibió su madurez y fue capaz de mantener la cabeza fría para ir poco a poco limando la renta asturiana hasta dar la vuelta al marcador a falta de tres minutos. En una noche no especialmente agraciada de Mosley y Onyekwe intentando coger el pulso al baloncesto profesional, la solidez de Martín Ferrer hizo ganar muchos enteros al equipo que vio a Carlos Martínez y Urreizti en su mayor intensidad, y a Paco Martín, tremendamente vigilado, con su capacidad para anotar desde fuera cuando el equipo le necesita. León salió a la pista exhibiendo el peso de la responsabilidad. La ansiedad atenazaba al equipo y el rival aprovechaba su inspiración anotadora para irse poco a poco en el tanteador. Jareño intentaba contener al contrario adelantando su defensa, pero Wideman y Panadero no daban muchas opciones. Gijón se creció en la pista y consiguió con su férrea defensa generar impotencia en León. En el segundo cuarto, Jareño empezó a mover más el banquillo pero el Gijón apuró sus primeras opciones para cerrar un parcial de 1-22 que rompió el partido. León sólo había sido capaz de anotar un tiro libre en siete minutos cuando empezó a despertar tras recibir Julio una antideportiva de Vallmajo. El técnico reclamaba desde el banquillo más presión en la defensa y cuando sus jugadores lograron centrarse en la pista esa renta máxima de 17 minutos empezó a debilitarse, pero muy levemente. León había apretado los dientes en defensa y Gijón empezaba a tener más problemas para anotar, aunque sus exteriores impedían un acercamiento más contundente. Paco Martín anotó un par de triples que empezaron a compensar la situación y llegó una técnica para el entrenador visitante que perdió los nervios. León empezaba a creérselo y también la grada. El coste de personales era caro pero la defensa daba frutos, lo que rebajó la diferencia a los siete puntos en el descanso. Jareño aprovechó bien los diez minutos de parón y el equipo salió a la pista muy centrado. La cabeza fría daba frutos y aunque se producían precipitaciones en ataque, el equipo robaba fácilmente balones lo que le permitió ponerse a cuatro puntos en el ecuador del cuarto. El partido tenía toda la intensidad del mundo y la grada vibraba con ansia reclamando la remontada. Las dos defensas eran muy contundentes y el marcaje a Paco Martín era riguorísimo. Gijón aprovechó para consolidar su ventaja en los diez puntos, pero Carlos Martínez y Onyekwe volvieron a recurrir los triples para devolver a León al partido. El equipo era muy serio y riguroso, y la cuarta personal de Wideman le envió al banquillo, lo que desahogó el juego interior de León. En el cuarto definitivo llegó el primer empate a falta de ocho minutos. León iba a más y el Gijón se debilitaba pero creía firmemente en sus opciones. En ese momento clave del partido a la pareja extranjera le surgió la mala inspiración de apostar por los triples, lo que desesperó al banquillo y a la grada. El partido se jugaba punto a punto y cualquier balón perdido era doloroso. Gijón sí anotaba fácil de la mano de Panadero y de Wideman, que tuvo que volver a la pista. Y Carlos Martínez, con un 3+1 puso a León dos arriba a falta de 2:40 para el final. La tensión subió aún más enteros. Ahora llevaba León la iniciativa aunque no conseguía irse en un intercambio de canastas vibrante. Con empate a 88 y 4,1 segundos, Julio González erró dos tiros libres, pero los árbitros otorgaron otros dos a Mosley en la búsqueda del rebote que sí los anotó. Aún quedaba tiempo para mucho pero Vallmajo despedició uno de sus tiros libres que le fueron también otorgados a continuación. No había tiempo para más y como el partido parecía abocado a la mayor tensión el tradicional tiro desesperado de Gijón de canasta a canasta aún tuvo que pegar en el aro. León sumó su primera victoria, sudando y exhibiendo una gran fortaleza mental. El sábado, cuarta jornada, en casa del Plasencia, actual líder, dirigido por Gianella.