Diario de León

Un catálogo de despropósitos

El Rácing pone la cara colorada al Valladolid a domicilio y firma una goleada espectacular en la capital castellana, que ya empieza a notar los aires de crisis de su equipo de fútbol

Bodipo lucha con Julio César por una posición en un saque de esquina

Bodipo lucha con Julio César por una posición en un saque de esquina

Publicado por
José Luis Morencia - valladolid
León

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El Racing de Santander puso en evidencia la endeblez de un Real Valladolid que no consigue armar un mínimo estilo de juego, desordenado, lento e impreciso, siempre a merced de un rival mucho más serio, al que sólo le faltó la rapidez de Bodipo para golear sin paliativos. El Real Valladolid trató de imponer su ley sobre el césped, pero careció de orden y disciplina en el centro del campo, lo que favoreció el afán destructor de un Racing de Santander, que se prodigó en las faltas para romper el ritmo de un rival al que le faltaba poco para perderlo. El primer gol llegó a la salida de un córner lanzado por Guerrero y que peinó Juanma, y en el segundo palo surgió Bodipo para remachar a placer, ante la pasividad de Bizzarri y Marcos. En un nuevo despiste de la zaga local se produjo la segunda oportunidad racinguista y de nuevo fue Bodipo el más veloz para plantarse ante Bizzarri, que no tuvo más remedio que derribarlo en su salida, ganándose la expulsión. Javi Guerrero se encargó de efectuar el lanzamiento pero Orcellet, que debutaba en la liga española, intuyó la trayectoria y se lanzó al suelo para hacerse con el esférico, ganándose los únicos aplausos del choque, ya que los jugadores fueron despedidos con una sonora pita al retirarse a los vestuarios. El Valladolid, con un jugador menos, trató de presionar sobre el marco del ex blanquivioleta Ricardo, pero fue el Racing, al contragolpe, el que creó las oportunidades de gol, como en un disparo de Regueiro que salió ligeramente desviado, después de que en una falta botada por Sales, Makukula pusiera a prueba los reflejos de Ricardo, que desvió a córner. La penosa actuación de la defensa local la culminó Marcos con la pérdida de un balón en el área ante Regueiro, que aprovechó el regalo para plantarse ante Orcellet y batirlo por bajo, sentenciando prácticamente el resultado del encuentro, que incrementaron Bodipo y Nafti con el 0-4 escandaloso para la afición vallisoletana. Si la defensa local hizo aguas por todas partes, la delantera no se quedó a la zaga, puesto que fueron incapaces de superar a un rival que cerró bien sus líneas.

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