Un árbitro de Primera
EN UN ENCUENTRO carente de dificultad en la primera parte, pero que se fue complicando según pasaban los minutos debido a lo incierto del marcador, el colegiado vasco Losantos Omar sacó con nota alta el arbitraje del mismo, demostrando que es un buen colegiado de Primera División. Tambien estuvieron correctos sus árbitros aisistentes, como de la máxima categoría. Losantos Omar demostró que para dirigir un encuentro de fútbol no hace falta ser un atleta, como estamos acostumbrados a ver casi todos los domingos en los encuentros de Segunda División B, con experiencia y una buena colocación se pueden arbitrar partidos. Eso lo deberían tomar buena nota los cabezas pensantes del estamento arbitral. Pudo sacar alguna tarjeta por entradas duras que aunque no nfueron prolíficas si aparecieron en algunos lances del encuentro entre la Cultural y el Albacete disputado en el Antonio Amilivia. Las tarjetas las mostró en cambio en otras acciones menos punibles que bien pudieran haber quedado en una simple amonestación verbal. En la expulsión de Cacá estuvo correcto ya en el tiempo de prolongación por propinarle un manotazo a un jugador de la Cultural cuando el brasileño ya había perdido el control del balón. La medición de las barreras la realizó desigualmente, dejándola a veces a corta distancia del lanzador. Tuvo un error grave, aunque eso sí, achacable a su arbitro asistente y cuarto árbitro, cuando dejó cambiarse las botas a Amato dentro del terreno de juego, hecho que un árbitro de Primera no debe permitir según establece el reglamento y él debe conocer de sobra. Los jugadores de la Cultural deberían tener más cuidado con sus protestas reiterativas como sucedió ayer en más de una ocasión. Con otro colegiado menos dialogante se podían haber ido a los vestuarios antes de tiempo, pero ayer Losantos Omar les permitió protestar algunas de sus decisiones sin tomarlas en cuanta con tarjetas. Respecto a otras situaciones del juego Losantos Omar demostró su categoría de árbitro de Primera División, situación que viene refrendando a lo largo de las últimas temporadas. Salvo alguna acción determinada su arbitraje no influyó en el devenir del choque aunque en la segunda parte bajó algo, en cierta medida debido a que el juego en este periodo fue más trabado.