La Cultural elimina al Albacete y ya espera la fortuna del bombo (1-0)

Cultural y Albacete se presentaron sobre el césped del Amilivia con un esquema de juego idéntico. 4-2-3-1 con variantes tácticas según la disposición del balón. El entrenador local, Luis Ángel Duque, indicó a sus pupilos imponer desde el pitido inicial del colegiado el ritmo del encuentro. El once leonés trató de intimidar al Albacete en los primeros compases, a través de aperturas por las bandas, sobre todo por la de José Vega. Sin embargo, el gaditano se mostró excesivamente frío en las primeras acciones en las que se acercó al marco defendido por el guardameta Almunia. Dos servicios suyos desde el carril izquierdo no causaron el daño que se preveía dada su extraordinaria posición. Tanto Rubén Vega como Paulino le animaron enseguida a cambiar su sintonía. Los primeros detalles de la Cultural animaron a la grada. Se volcó con el equipo, con ánimos constantes que empujaron a los leoneses en tareas ofensivas. Los errores en ataque de los culturalistas durante el primer cuarto de hora de partido arrinconaron en el césped a los de Duque. Los manchegos se hicieron, a base de toque en la medular, con el dominio del balón y, con ello, del partido. Las acciones a balón parado ensayadas supusieron siempre peligro para la portería de Rafa. Los albaceteños fallaron su oportunidad más clara en el minuto 21 de partido, cuando al saque de una falta Pacheco no acertó a enviar a las mallas un balón muerto en el área local. El equipo manchego se hizo con el control del encuentro a base de hacerse fuerte en el centro del campo. La constancia y el temple de Simeón y Álvaro en la faceta de recuperar balones descompuso por momentos el entramado culturalista. Munteanu y Pablo García recorrieron la cal una y otra vez. Hasta que Duque desde la banda ordenó más batalla en la medular desde el banquillo. El rostro retorcido del entrenador madrileño supieron entenderlo sus pupilos. La Cultural se adueñó de nuevo del balón, con un Sarmiento que quiso mantener el tempo del encuentro. Con diez minutos por delante para la conclusión de la primera parte, el partido se enfrió, aunque la Cultural puso todo de su lado para calentarlo, porque de lo contrario la grada hubiera enmudecido. El once culturalista mantuvo la intensidad, aunque no le acompañó la llegada, salvo en una acción desafortunada de la defensa manchega, en la que los errores continuos propiciaron el control de Rubén Vega, pero marró su remate. Recogió el esférico Miguel Alfonso dentro del área. Le dio tiempo a levantar la cabeza y entregar medio gol a Adriano, que no falló en su remate. Fue el gol culturalista el que hizo vibrar todavía más a la afición, que pobló como un domingo más las gradas del estadio leonés. El Albacete pasó por sus peores momentos a raíz del gol encajado. Se sucedieron los errores en su defensa. Tres minutos más tarde, en otra indecisión de la zaga visitante, Paulino porfió por el balón, pero en última instancia no alcanzó su propósito inicial. La Cultural miró de reojo el crono. No deseaba la finalización de los primeros cuarenta y cinco minutos. El Albacete pareció por momentos noqueado. La campana fue la mejor aliada de los manchegos. El tiempo de descanso sirvió para aclarar ideas. Ambas formaciones saltaron al césped con detalles diferentes. El Albacete se entregó más en tareas ofensivas durante los segundos cuarenta y cinco minutos, pero con demasiadas dudas en ataque. No fue la noche de Amato, que gozó de algunas ocasiones para haber forzado al menos la prórroga. Las manecillas del reloj avanzaban y se convirtieron en el mejor aliado de la Cultural, para desesperación de los futbolistas de César Ferrando. Las prisas nunca fueron buenas. Tal sentencia se cumplió sobre el césped del Amilivia. Ni tan siquiera a base de acciones a balón parado crearon evidentes signos de peligro los forasteros. Demasiado embarullado el juego manchego conforme se sucedieron los minutos del partido. Su delantera pecó de inapetente. Jamás porfió por un remate en las condiciones ideales. Por contra, la Cultural estuvo siempre presta para dar el golpe de gracia, que no llegó pese a los intentos tanto de Paulino como de Rubén Suárez. Los minutos se consumieron sin demasiados agobios para los de casa. Su juego quedó diluido en los compases finales en meros intentos por empatar un partido, que nunca merecieron. La Cultural espera los designios del bombo.