La Deportiva adelanta la navidad y colma de presentes al Burgos (4-1)

La Sociedad Deportiva Ponferradina sufrió ayer en Burgos la derrota más dolorosa de la temporada ante un equipo que supo sacar partido de sus mejores armas. Los de Terrazas sentenciaron en los primeros minutos merced a su clara superioridad en el juego aéreo. Se le criticaba por Burgos a su equipo en base al abuso del fútbol vertical que practica, pero ayer sólo con eso le bastó y le sobró para propinarle un serio correctivo al cuadro de Tomé. El caso es que a poco del comienzo y después de unos primeros minutos de iniciativa berciana, un fallo defensivo dejó solo a Juanjo que se fue hacia Rubio. El meta madrileño salvó el gol despejando a corner, pero el lanzamiento desde la esquina trajo el primer tanto de los burgaleses, al rematar Aduriz con la testa a la red. El mazazo dejó aturdidos a los blanquiazules que sólo cinco minutos más tarde encajaron el segundo en una acción practicamente calcada a la del primer tanto. El portero se lució en el testarazo de Aduriz, enviando otra vez a la esquina. Del saque de esquina nació el segundo gol local, esta vez materializado por Juanjo, que remató con la cabeza y a placer desde cerca. Era el principio de una pesadilla que estaba lejos de concluir porque cuando se acerca el minuto veinte, un nuevo córner contra los bercianos sirve para poner otro balón aéreo ante el que Rubio «canta» y provoca que el cuero termine en los pies de Esparza, que fusila desde cerca. El partido estaba concluido y sólo faltaba por saber la dimensión del correctivo que estaban infringiendo los castellanos. La Deportiva trató de normalizar la situación, pero a la media hora, Zuloaga hizo todavía más sangre en las filas visitantes con un soberbio zapatazo desde la frontal que se cuela por la escuadra de Rubio. El Burgos bajó el pistón y se dedicó a controlar la situación, cediendo la pelota al rival en la zona donde no importa hacerlo, para acumular efectivos en la zaga, optando por el pelotazo cada vez que los bericanos merodeaban por los aledaños del área local. Era cuestión de dejar pasar los minutos porque el trabajo ya estaba hecho. Hasta los seguidores burgaleses estaban sorprendidos por el desenlace de los acontecimientos porque su equipo sólo había podido hacer cinco goles en los siete partidos anteriores y ayer, en media hora, casi firmó otros tantos. Decían que el Burgos tenía problemas para hacer gol, pero desde luego ayer rompió con su pasado para desgracia de los ponferradinos que se emplearon en un dominio estéril, con la complicidad de su enemigo. Así se desarrolló la segunda parte, con una Deportiva mandando en el control del cuero, aunque lo más interesante de los bercianos en ataque fue un disparo lejano de Gámiz que el meta José sacó al córner sin demasiadas complicaciones. Panadero era una presa fácil para los tres centrales que dispuso Terrazas, mientras que Brasi también estuvo muy sujetado y apenas tenía opciones de hacer daño. Lanza también probó fortuna desde lejos, pero José respondió con acierto. Incluso el debutante Rial se atrevió a merodear el gol, pero su remate se perdió cerca del poste burgalés. Ya en el tramo final, los de Tomé hicieron el mal llamado tanto del honor por medio de Mikel Antía, al rematar con la testa un centro de Lanza desde la izquierda, que no sirvió nada más que para maquillar el resultado, pero ese gol no puede ocultar los graves errores defensivos que ayer llevaron a los bercianos a sufrir la derrota más humillante de la temporada, a la espera de visitar el domingo el campo de Matapiñoneras donde le aguarda el verdugo de la Cultural, el San Sebastián de los Reyes. Es de esperar que los de Tomé aprendan de los fallos cometidos ayer para no volver a reincidir.