Álvarez Tomé suspende la habitual jornada de descanso

Desde que empezó la Liga, los martes han venido siendo jornada de descanso para la primera plantilla blanquiazul, aunque esta semana será diferente porque el entrenador ha decidido organizar una sesión de trabajo con sus jugadores a partir de las 18 horas de hoy en Compostilla. Preguntado ayer a la finalización del entrenamiento matinal que no se trata de un castigo hacia sus jugadores por el mal partido que hicieron en Burgos y que le llevó a sentir una sensación «de impotencia y ridículo» como declaró en el Plantío. Tomé afirma que ha decidido colocar esta tarde una sesión de entrenamiento «para trabajar, única y exclusivamente». No estaba de muy bien humor el técnico, lo cual parece lógico después de lo ocurrido en Burgos y llegó a molestarse con un compañero por la insistencia de éste a la hora de preguntar sobre las razones del descalabro blanquiazul. Es verdad que lo acaecido el domingo no tiene demasiada explicación, más allá del propio infortunio de unos jugadores que son humanos y que también tienen derecho a fallar, pero sería deseable que no se vayan a perder las formas a estas alturas por un resultado que ha hecho daño, pero que tiene una solución tan fácil como pueda ser ganar el domingo en Madrid, que sería la mejor aportación que los discípulos de Tomé podrían hacerle a una afición que ahora mismo está dolida porque sabe que hay equipo para más. Uno que estaba dolido, pero sin perder nunca su talante afable, era el meta Rubio, que reconocía su error en el tercer gol. Rubio optó por salir a buscar el balón que llegaba desde la esquina, viendo que las dos veces anteriores sus compañeros le dejaron vendido. Falló y eso le costó el tercer tanto al equipo, pero no es menos cierto que el meta evitó dos goles más, que parecían cantados.