La difícil tarea de hacer olvidar hoy el desaguisado frente al Plasencia

La derrota encajada por Baloncesto León en la cuarta jornada de la Liga LEB ante el Plasencia por 108-73 fue la más amplia cosechada por el equipo en su andadura en el baloncesto profesional, después de haber militado durante nueve campañas en ACB y las cuatro últimas en la LEB. Los treinta y cinco puntos de desventaja encajados en la pista del, hasta entonces, líder de la categoría, que cuenta sus partidos por victorias pese a ser uno de los recién ascendidos, supera la marca de la temporada 98-99, cuando los leoneses, entonces en la Liga ACB, caían por 89-58 en la pista del Unicaja de Málaga. El partido en cancha extremeña quedó ya marcado en el primer cuarto tras un insultante parcial de 34-16 para el equipo dirigido por Dani García, que fue ampliando progresivamente el marcador, hasta lograr la máxima renta, precisamente con el resultado final, dando muestras de las diferencias existentes la valoración final de ambos conjuntos, 123 del Plasencia por 51 del León. El técnico del León, Ángel González Jareño consideró que el mal que aqueja a su equipo es, fundamentalmente, «mental, porque no se pueden iniciar los encuentros con esa actitud y después intentar remar contracorriente, por eso habrá que analizar si es un problema de concentración o de motivación». El entrenador madrileño, que cumple su primera temporada al frente de Baloncesto León, después de muchas campañas como segundo técnico en el Real Madrid, espera de su equipo «que muestre en estos momentos complicados la dureza y profesionalidad». Hoy Baloncesto León recibe al nuevo líder de la categoría, el Bilbao Basket, también invicto en las cuatro jornadas, que cuenta en sus filas con dos ex-jugadores leoneses como el base Javi Salgado y el pívot Jorge García.