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Al Deportivo le entra el gusto por rellenar de sal las heridas ajenas

Luque y Sergio apuntillan al Barça y mantienen la sombra de la crisis latente en el Nou Camp

Luis García y Ronaldinho pelean la posesión de un balón que controla Mauro Silva

Publicado por
Sergi Olego - barcelona
León

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El Deportivo agrandó la mala racha del Barça en el Camp Nou superándole gracias a su mejor capacidad como equipo (0-2). Los tantos de dos catalanes, Luque y Sergio, acabaron con la leve mejoría experimentada por los azulgrana sobre todo durante la primera parte. Los inicios mostraron un conjunto mejor armado, con mayor movilidad y una profundidad creciente. Lástima para los locales que el rival fuese el Deportivo. Los coruñeses siguieron mostrando sus hechuras de conjunto construido sin estridencias. Sólidos defensivamente y bien armados ofensivamente. El choque deparó un excelente duelo táctico. El Barça estaba mejor plantado que en anteriores compromisos pero arrastraba dos lagunas. Al equipo le cuesta una eternidad marcar un gol. Saviola y Ronaldinho tuvieron las mejores oportunidades en la primera mitad pero ambos se toparon con Molina. En cambio, los rivales no perdonan. Luque aprovechó un buen servicio de Capdevila para superar a Valdés. Jarro de agua fría para el Camp Nou instantes antes del descanso. La segunda carencia del Barça es de mayor envergadura. Rijkaard intenta construir su equipo desde la consistencia defensiva. Una capacidad que escasea con Luis Enrique y Ronaldinho de centrocampistas. Los espacios son abismales para que Gerard y Motta cierren el grifo del rival. La consecuencia era terrorífica. Valerón correteaba a su antojo capitalizando la ofensiva deportivista. Al canario se le unía la capacidad que Luque tenía para superar a Gabri por la banza izquierda. El Deportivo aprovechaba su mayor rodaje. Irureta lleva años aplicando el mismo sistema. Rijkaard, en tres meses, ha variado en multitud de ocasiones de sistema. La buena mejora del Barça no servía para desbaratar la conjunción del adversario. Se repetía la historia en el Camp Nou. Tocaba remontada. Quedaba toda la segunda mitad pero los azulgrana estaban petrificados. Tampoco la fortuna era de color azulgrana. Luis García asestaba un potente disparo que el palo repelió. Cuatro minutos después, Valerón golpeaba con contundencia. El canario mareaba a la defensa, espera la llegada de Sergio y le sirve en bandeja el segundo gol. El Barça ya no tuvo capacidad de reacción. El palo era excesivo. El partido había sido cruel con los locales. El Deportivo había aplicado la puntería y el orden.