La conexión brasileña del Madrid acabó con la resistencia del Celta

El Madrid, con Beckham y Helguera como nueva pareja de medios centro, aprobó con suficiencia el examen de Balaídos en un partido práctico del equipo de Carlos Queiroz, que fue muy superior al Celta y siempre se encontró muy cómodo ante el inofensivo equipo gallego. Ronaldo, que tuvo dos oportunidades de gol y marcó una, abrió el marcador en la primera mitad, y Roberto Carlos sentenció en la segunda con una jugada individual, a pesar de que hasta ese momento el Madrid se había dejado dominar por completo en la segunda parte por un Celta nulo en ataque. Con Helguera como acompañante de Beckham, el Madrid ha recuperado la solidez que quería y necesitaba fuera del Bernabéu, y pasó con nota su primera prueba, con equilibrio defensivo y su habitual pegada en los momentos decisivos. El Madrid, muy consistente en el centro del campo como deseaba Queiroz, y fluido en ataque, aunque no con tanta eficacia goleadora como en anteriores partidos, no tuvo rival en un primera parte en la que el larguero evitó en el último minuto que los blancos se fuesen al descanso con dos goles de ventaja. En la segunda, la sentencia Tampoco necesitó mucho el Madrid para sentenciar el partido en la segunda mitad. Ante la ausencia de juego colectivo de medio campo hacia delante, bastó una subida veloz de Roberto Carlos, que se burló de Velasco y fusiló con su derecha tragándose el balón Cavallero. Aún quedaba tiempo para complicarle las cosas al Madrid pero el ánimo de Celta no está nada firme en los últimos tiempos. La incorporación de Catanha, que reaparecía, aportó poco, pero es que ni Mostovoi dio una a derechas fallando un gol cantado a cinco minutos de la conclusión. Y ahí se acabó todo, para desgracia del Celta.