Cerrar
Publicado por
ÓSCAR GONZÁLEZ
León

Creado:

Actualizado:

EL TÉCNICO del Atlético, Gregorio Manzano, y el del Mallorca, Luis Aragonés, no sellaron la paz durante el encuentro que enfrentó a sus equipos y optaron por ignorarse durante más de una hora y media. No hubo reconciliación, ni saludo, ni siquiera intercambio de miradas. Manzano y Luis Aragonés, que alimentaron el «morbo» durante toda la semana, simplemente se ignoraron, fueron mundos opuestos en un mismo partido que acabó decantándose del lado rojiblanco en el último instante. Luis, que la víspera había ironizado sobre por qué no iba a dar la mano a Manzano, «ya que un banquillo queda muy lejos del otro para estirarse», utilizó el conocimiento de la que fue su casa para evitar cualquier situación engorrosa de camino al terreno de juego. No acompañó a sus jugadores por la boca del túnel, sino que usó un pasillo interior que le trasladó directamente al banquillo. De esta forma, se ahorró los veinte pasos en los que podía quedar expuesto a la crítica de la afición rojiblanca y, quizá por eso, o por indiferencia, no escuchó más que algunos silbidos aislados, algo de lo que, según dijo, ni se dio cuenta. «No me he fijado en el recibimiento. Ni me he enterado, ni creo que haya habido ninguno especial. He estado mucho tiempo tanto fuera como dentro de este club para que haya algo especial», dijo.

Cargando contenidos...