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Ademar sólo empezó peor la Liga el primer año de vuelta a Asobal

En la temporada 97/98 terminó tercero en la tabla con los mismos números que tiene hoy

León

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TEMPORADA 2002/2003 PUESTO PUNTOS G E P 1º 14 7 0 1 TEMPORADA 2001/2002 PUESTO PUNTOS G E P 2º 12 6 0 2 TEMPORADA 2000/2001 PUESTO PUNTOS G E P 3º 13 6 1 1 TEMPORADA 1999/2000 PUESTO PUNTOS G E P 2º 15 7 1 0 TEMPORADA 1998/1999 PUESTO PUNTOS G E P 2º 13 6 1 1 TEMPORADA 1997/1998 PUESTO PUNTOS G E P 3º 11 5 1 2 TEMPORADA 1996/1997 PUESTO PUNTOS G E P 2º 15 7 1 0 TEMPORADA 1995/1996 PUESTO PUNTOS G E P 3º 14 7 0 1 TEMPORADA 1994/1995 PUESTO PUNTOS G E P 12º 4 2 0 6 La frialdad de las estadísticas ofrece una particular dualidad de lecturas, en medio de la cual, quizá esté la verdadera referencia de lo que sucede con Ademar y su crisis. Para los optimistas, sirve el vistazo a lo que ocurría en octubre de 1997, cuando el equipo estaba en los mismos términos que ahora, con un empate y dos derrotas. Ademar acabó la competición en la tercera posición. El Barça de la etapa «Dream Team» se coronó campeón de largo, sobrado, con 14 puntos de ventaja sobre el equipo de Manolo Cadenas, que no fue subcampeón porque Portland San Antonio sumó tres puntos más que León. Para los pesimistas, hay la segunda lectura va más lejos. Encontrar un Ademar que lo haya hecho peor que el actual en el arranque de la competición, exige irse a la temporada 1994/1995, con Jordi Álvaro en el banquillo y el club estrenando de nuevo las mieles de la División de Honor. En aquellos tiempos, León daba por aceptable haber sumado seis derrotas, y daba la vuelta a la tortilla para contar victorias, casi más que tropiezos. Había ganado en la primera jornada de Liga al Juventud Alcalá por la mínima (23-24) y con un lanzamiento que detuvo Biro en la última jugada, sumó en casa el segundo triunfo (30-29) sobre el Alzira luego desaparecido. A medio camino entre las dos lecturas, el balance es claro. De la etapa Cadenas, este es el segundo peor inicio de competición del equipo, pero a la vez, en aquella oportunidad, a la postre, el balance final de campaña resultó muy positivo. Cierto es que la calidad de las derrotas y los empates de aquel momento tienen otra componente diferente, y que la propia estructura de la competición, de la plantilla y de los equipos participantes, eran bien diferentes a las actuales. Soluciones a la crisis La posibilidad de encontrar soluciones a la crisis que se abre en el equipo leonés exige las soluciones al uso en la casa marista: «Hay que cambiar algo, para que algo cambie». Es la máxima favorita del actual entrenador en estos casos, y al hilo de la misma, todo apunta a que las novedades no se van a hacer de rogar a poco que el ritmo de las reuniones que se mantienen, determine alguna novedad al respecto. Sea como fuere, el parón de la competición puede ayudar a aclarar en parte las ideas y saber qué camino elegir.