El Barça acaba con el gafe del Nou Camp y firma un triunfo tranquilo conta el Murcia (3-0)
Sin terminar de convencer, el equipo de Rijkaard se apunta a una victoria que aporta calma
El Barça superó la mala racha del Camp Nou batiendo al Murcia por un rotundo 3-0. Tras una mediocre primera mitad, los azulgrana fueron engrasando las máquinas hasta hacer disfrutar por primera vez en toda la temporada a su afición. El inicio azulgrana fue descorazonador. Joaquín Peiró había jugado sus bazas a la perfección. La táctica impuesta por el técnico suplantaba la escasa técnica de sus jugadores por la exquisita disposición. Los azulgrana navegaban sin rumbo. Incapaces de enhebrar dos pases seguidos al primer toque, minuto a minuto, iban notando el peso del Camp Nou. Frank Rijkaard había repetido esquema. Extremos y Saviola en la punta. Esa voluntad de perfeccionar los mecanismos del equipo chocaba violentamente con la escasa imaginación de los azulgrana. Sin juego por las bandas y sin cerebro, el Barça despertó de la agonía gracias a una aislada triangulación. Toques de Gerard y Ronaldinho, Quaresma deja pasar el balón y Saviola convierte el esférico en un violento zurdazo que sobrepasó a Sánchez Broto. En el quinto partido como local, el Barça conseguía dominar el marcador. Ese plus de confianza lo aprovechó Rijkaard para meter a Xavi por un desacertado Motta. El tanto relajó los ánimos calentando los motores locales cuando la primera parte estaba a punto de consumirse. En cinco minutos, Luis García y Motta, que estrelló un balón en el larguero, tuvieron la sentencia en sus botas. El Barça estaba dispuesto a sentenciar. Saviola desaprovechó la primera oportunidad en un mano a mano ante Sánchez Broto. En la segunda, Xavi perforó la meta murciana en la mejor acción colectiva de los azulgrana. El resto fue coser y cantar. El Murcia había tenido una oportunidad que Valdés resolvió con calidad ante Acciari. Poco bagaje ofensivo para un equipo que se iba desinflando. El tramo final ensanchó las distancias acrecentando el excelente nivel mostrado por Luis García. La segunda asistencia del extremo azulgrana la aprovechaba Ronaldinho. Estallido de júbilo y a pensar en envites mayores.