OPINIÓN
El árbitro careció de complicaciones
EN UN ENCUENTRO que no tuvo dificultad para dirigirlo, debido a la clara superioridad de la Cultural, realizó un arbitraje como nos tiene acostumbrados en los muchos añós que lleva en Segunda División B. El gallego Jallas Amigo supo llevar el partido sin ningún tipo de complicaciones, teniendo siempre el respeto de los jugadores. Bien físicamente y mejor en su colocación en el terreno de juego. Cometió escasos errores de apreciación en la señalización de las faltas. Es un pena y una injusticia que buenos colegiados como Jallas Amigo, debido al sistema de puntuación que existe en la categoría, puedan perder la categoría al final de la temporada, como ocurrió el año pasado con su hermano Gustavo Jallas. Arbitrajes como el de ayer sería lógico verles todas las semanas, aunque por desgracia no es así. Jallas Amigo intenta pasar desapercibido durante el transcurso de los encuentros, como lo hacen los buenos árbitros. Además acertó cuando expusló con cartulina roja directa al visitantes Salas, después de una agresión a un jugador contrario en el centro del campo.