El Madrid sobrevivió a la dureza del Partizán y logró el billete a octavos (0-0)

El Real Madrid no pudo derribar la resistencia de un correoso Partizán, pero arrancó un valioso punto que le permite clasificarse matemáticamente para octavos de final aunque aún no le garantiza pasar como líder de grupo. Los españoles no se arrugaron ante los batalladores serbios y, si bien es cierto que concedieron demasiadas ocasiones de gol ante un rival menor y volvieron a encomendarse a Casillas, también es verdad que Ronaldo falló más que nunca en el disparo final. El equipo madrileño se encontró un partido incómodo en feudo del colista. Frío, niebla, césped irregular, una afición muy caliente en Belgrado y, sobre todo, un contrincante encorajinado y orgulloso que disputó con dureza cada balón, trabó el juego todo lo que pudo y fue muy diferente al equipo timorato que jugó en Chamartín. Además, los serbios gozaron de la permisividad del colegiado italiano Bolognino y quisieron intimidar a base de faltas a los galácticos, sobre todo a Beckham y Figo. Aunque los merengues eran líderes destacados, Queiroz no quiso dar descanso a sus figuras, tampoco al renqueante Helguera, y puso en liza al equipo tipo. Prescindió de Guti, situó al cántabro con Beckham en el medio y volvió a apostar por Pavón y Raúl Bravo como pareja de centrales. Pero sus planes se truncaron enseguida, a los once minutos, ya que al lanzar un golpe franco Roberto Carlos se llevó la mano al muslo y pidió el cambio. Pésima noticia para el Madrid que forzó la entrada de Guti y los regresos de Helguera, al centro de la zaga, y Raúl Bravo, al lateral zurdo. El Madrid, que también reclamó al juez italiano un penalti por derribo a Zidane nada más comenzar el partido, sufrió en el primer período las acometidas de Partizán, sobre todo de sus delanteros Iliev y Delibasic. Si no se marchó al descanso en desventaja fue otra vez por el salvador Casillas, si bien es cierto que Ronaldo también desperdició una oportunidad pintiparada. Iker salvó en el 44 un remate a bocajarro del citado Delibasic, que instantes después sufrió una tremenda brecha en la cabeza tras un choque involuntario con Helguera. Al final pudieron ganar Con el Partizán agotado, el campeón español se adueñó del centro del campo y del juego en la reanudación. Liderado por Zidane y Figo, el Madrid manejó la situación con suficiencia, por momentos con un fútbol de tiralíneas, de alta escuela. Pero esta vez Ronaldo no tuvo su día y desperdició tres oportunidades más que en el 85% de los casos convierte en gol. En el debe del Madrid hay que poner su facilidad para partirse en dos, permitir los contragolpes del rival y depender del lucimiento de Casillas. Al final, los blancos certificaron su pase a la siguiente ronda sin conocer por el momento lo que es perder. En el choque ante los serbios su juego no fue todo lo bonito que se esperaba pero supueron jugarle a un adversario que tampoco cejó en el triunfo aunque al final las tablas fueron el justo premio a los merecimientos de unos y otros.