Lucha leonesa: disquisiciones con mensaje

REMOVER-RENOVAR a fondo las estructuras de la lucha leonesa representa lo más alejado del pensamiento de Lampedusa: «hacer que todo cambie para que todo siga igual». Lo más alejado del «quítate tú p'aponerme yo». Se va el Territorial y se queda el Provincial... Lo que no cabe es que se queden o se pongan quienes constituyen el problema en lugar de la solución. Y la solución pasa, sí, pro el cambio pero sobre todo de mentalidad. Sustituir rutina por renovación; caciquismo por transparencia; rigidez y cerrazón por diálogo y debate; transigencia (inhibición degenerada) por firmeza y rigor (cuando las circunstancias lo requieran y que suele ser casi siempre). Trabajo individual por trabajo en equipo; «escaparate fotográfico» por autocrítica; «más de lo mismo» por imaginación... Mensajes todos en clave de futuro y desde el reconocimiento al esfuerzo y dedicación del presidente Verduras, juicio éste subordinado en escala de valores personales al afecto que uno pueda tener hacia «el amigo Miguel»: amigo de la infancia y amigo siempre. Mensaje para el nuevo diputado de Deportes: lo propio es recurso de futuro; obviamente, ya sabe, «además de y aparte de» (lo que representa como pasado y tradición). De lo empírico a lo pragmático y concerto: las grabaciones del Himno y Romances de la lucha leonesa precisan de otro impulso diputacional -vía convenio distribuidor o como fuere- para que aficionados y leoneses en general tuvieran acceso -digamos- comercial a ello. Que se pueda adquirir en El Corte Inglés, vaya. Se ha hecho lo más difícil -grabarlo- y se está fallando en el remate, la puesta en el mercado: la distribución y el acercamiento al consumidor. A estas alturas, ya no es cuestión de hacer imputaciones ni en negativo ni en positivo (La Braña, Banda Municipal y Coral Excelsior ambas de Astorga, Discográfica Cascabel...) y sí conseguir que cualquier leonés pueda recrearse con toda esta emotiva leonesidad. Y a ser posible rematada con el superemotivo -y aún sin grabar- «Luchador y Minero» homenaje al heroico Jesús Antonio García de la Ercina. ¿Diputacionalmente se seguirá tratando de que la lucha leonesa no ha de significarse leonesistamente, porque no sería políticamente correcto? (obviamente frente a Villalar y a la pseudoprogresía universitaria de los «ciudadanos del mundo»). ¿Nada de seña de identidad, signo diferencial y hecho referencial? Silenciamiento y sometimiento para mejor «vertebrar» -empirismo que en Valladolid aplican a todo... lo que les conviene- el sentimiento autonómico. Y todo ello al margen de ese gran invento de las luchísticas Escuelas Deportivas de la Diputación, cuya Liga empieza este sábado ¡y con Lucha Femenina! Final luchísticamente abierto, multideportivamente, pero que en cierta medida encaja con lo anterior. Hace un par de semanas, y como contrapunto a la sometida -y autosometida- lucha leonesa, resaltábamos «el heroico y casi épico Ademar»; el de la épica a todos los niveles... hasta en el de encontrar patrocinador. Carencia que en gran medida comparte con el fútbol. La misma falta de apoyo -institucional y empresarial- que la Cultural, más conocida fuera de León como «la leonesa» (¿y por qué no la leonera?). Por cierto también que su «aristocrático» entrenador la equipara a «La Castellana» (nuestro carácter castellanoleonés según él) sin tomar conciencia del caciquismo impuesto por Autonomía de 4.ª (División)... y ajena. Cruzada futbolística esta que representa una lucha -lucha leonesa también- condenada al fracaso también por la sempiterna insensibilidad leonesa, para captar la sutileza en este caso.