Turquía, Rusia y Holanda también sufrirán en los choques de vuelta Baja temperatura

Turquía, tercera en el Mundial 2002, Holanda, una de las grandes del fútbol europeo, y Rusia, otra de las selecciones de prestigio del Viejo Continente, están en apuros tras disputar el primer asalto de sus eliminatorias de repesca de la Eurocopa de Portugal 2004. Los turcos cayeron en Riga ante Letonia (1-0), Holanda cosechó una derrota por idéntico resultado en Glasgow frente a Escocia y Rusia tuvo que conformarse con un empate en Moscú con País de Gales. En Riga, Letonia dirimió el duelo futbolístico más importante desde que hace 12 años se independizó de la Unión Soviética. Sus jugadores lo disputaron como si les fuera la vida en el empeño y consiguieron doblegar a Turquía. Lo mismo le sucede a Holanda después de su visita al mítico Hampden Park de Glasgow, donde la selección escocesa la dejó malherida. Rusia también tropezó. No pudo conseguir más que un empate a cero ante Gales en el estadio Lokomotiv de Moscú y se complica su viaje a Portugal. Resultados de los partidos de ida: Escocia 1 - Holanda 0 Croacia 1 - Eslovenia 1 Rusia 0 - Gales 0 Letonia 1 - Turquía 0 POR EXPERIENCIA sabemos que lo mejor de un partido como el de anoche suele ser la literatura que lo precede. Ha habido comentarios para todos los gustos. Y para que nadie se dé por ofendido habrá que afirmar que casi todos los que tuvieron algo que decir llevaban razón. Acertados eran los apuntes que nos describían a los noruegos como una formación sobrada de centímetros y con dos ideas del paleolítico tan claras que no dejaban mucho lugar a la improvisación. Su seleccionador, Nils Johan Semb, bromeó respecto a la vocación ofensiva de su equipo y declaró con sorna casi andaluza que su equipo jugaría al ataque. Lo cierto es que, como también dijera Semb, su intención era la de sacar el mejor resultado posible para afrontar con garantías la vuelta en su terreno, donde esperaba que las bajas temperaturas obraran el milagro que dudaba lograr con la calidad de sus hombres. Por su parte, los de Sáez tenían ante sí la primera parte de un thriller con pocas opciones de error. Para los seguidores españoles sólo cabía un desenlace posible. Y con esa finalidad, nuestro seleccionador armó un equipo con Etxeberria, Raúl, Reyes y Torres, o lo que es lo mismo, velocidad, picardía e inspiración ante el gol, para doblegar a un equipo cuya máxima no iba a ser otra que destruir, taponar y contragolpear a base de balones sucios, aéreos y despellejados. Con tales armas precarias que no exigen mucho desgaste neuronal ya ganó a España en la pasada Eurocopa cuando Molina se reunió con todos sus fantasmas hasta desaparecer de las alineaciones de Camacho. Ahora era otra canción la que sonaba y España supo sacar ventaja, que si bien no es definitiva le puede servir para acudir a Noruega sin sentir demasiado el frío que según los expertos nórdicos será el mejor aliado de esta selección vikinga que nunca, por tradición y empaque, debería dejar fuera de Portugal a otra histórica y esencial como la española.