Ademar mejora el goal-average al campeón ruso y apunta a octavos (32-29)
La tenacidad del Chekhovski Medvedi fuerza un final de partido apretado que decidió Kjelling
Ganó Ademar y superó el goal-average que tenía a su favor el campeón ruso. Perfecto. León enfila el camino de los octavos de final de la Copa de Europa incluso con perspectiva de líder de grupo en la Liga de Campeones, en el mejor de los casos, en el peor, como segundo. Todo depende de los resultados de los partidos en Austria y Francia. Pero para alcanzar tan pacífica lectura, el equipo leonés necesitó que Kristian Kjelling hiciera una diablura en forma de rosca a la hora de lanzar el penalty que decidió el partido (antes ya llevaba 10 goles a cuestas) y que Colón se marcara otro partido memorable. Tanta angustia emana más del análisis somero y pausado de lo que pudo ser y no fue, que de lo que en sí generó el partido. Porque en grada y en cancha, se vivió la recta final del choque con tal calma que, lejos de semejar jugarse el futuro continental en la competición, como así era, el envite semejó uno más de los de grado medio de la competición nacional. Bien pudiera ser que, después de haber estado en +7 (26-19) a 12 minutos del final, se diera el asunto por resuelto antes de tiempo. Pero el carácter rocoso del conjunto ruso hizo que la sentencia no llegara hasta los últimos 30 segundos de partido. Antes, Ademar había comenzado jugando en 6-0, presto a frenar el peligro del juego en seis metros de los forasteros. Sólo funcionó en forma de resultado cuando en menos de un minuto (el 13), Maximov perdió a tres jugadores de pista por exclusión y León pasó del cambio de goles por norma al primer parcial (11-8) serio favorable al bloque de casa. Llegó a ser 17-12 a cinco minutos del intermedio, aún con una situación de cuatro en pista, sin Colón y Prendes por exclusión, pero las pérdidas de balón causaron estragos entre los blancos. Cambio de defensa En la reanudación, mejoró el apartado defensivo con el cambio a 5-1 y pese a la ausencia de Vatne en pista, víctima de un proceso vírico estomacal, Ademar llegó a vivir sus mejores momentos en pista. y Colón los peores, pasto de la gripe. Hasta donde no llegaron las paradas de Jorge Martínez, flojo en esta ocasión, llegó la labor defensiva de Prendes, con su par de turno según los casos. La aparición de Kasper en la segunda parte hizo frente al poder anotador de Gull, que se diluyó a medida que pasó el tiempo tras el 5/7 de la primera parte. No fue capaz Ademar de mandar a la ducha a Kamanin, que tenía dos exclusiones desde el minuto 14 de partido. Tampoco culminó su remontada el Chekhovski, que se colocó a tres goles en el último minuto y medio de partido. Lo arregló Kjelling con frialdad absoluta desde los siete metros. ¿Y si hubiera fallado?. No lo hizo.