El Promesas Ponferrada se lleva el derbi en tiempo de descuento

La clasificación de uno y otro conjunto a la hora de afrontar un derbi no importa, como se manifestó en la tarde de ayer en La Dehesa de San Juan, entre un Promesas de Ponferrada en puestos de promoción y un Atlético Bembibre como farorillo rojo. Lo que se puede agradecer a ambos técnicos en la tarde de ayer fue que sus equipos jugaran al ataque, sobre todo a los visitantes, que, dada su clasificación, desde el principio salieron a por el partido. El conocimiento que ambas plantillas se tienen hace que el fútbol brille por su ausencia. Se notan más los nervios. Demasiadas pérdidas de balón, por lo que las ocasiones frente a David o Álvaro se hicieron muy escasas. El meta rojiblanco en dos tiempos detiene a los 20 minutos el primer intento de Gil. Dos minutos después una jugada de Gil y de Raúl, con centros desde la línea de fondo y la defensa al intentar el despeje está a punto de introducirlo en propia meta. Éste fue el preludio de lo que sucedió en el minuto 24, cuando Guti sacó de esquina, Álvaro mete los puños y cambia la dirección del esférico hacia su propia portería. El Atlético Bembibre sigue presionando buscando el balón. Tiene sus opciones en un remate de Luismi que se va fuera o en un remate de Josines, al que David responde enviando el esférico a saque de esquina. Con el uno a cero y tras una última aproximación a la que no llega Vila se va al descanso con las espadas en todo lo alto. El fútbol no mejora en esta reanudación, aunque las ocasiones están para los ponferradinos, que pueden marcar el segundo y sentenciar, pero en unas ocasiones Vila dispara alto o Alberto en el tramo final, sin fuerza, mandó a las manos de Álvaro, al igual que Vila. A unos veinte minutos del final del partido, el Promesas Ponferrada se queda en inferioridad numérica por expulsión de Pablo, compensando este lastre con un mayor trabajo, pero el Atlético Bembibre , que no se rindió, consigue a dos minutos del final forzar un penalti claro, por derribo de Rubén a Susi, que Zapico de fuerte chut se encargó de convertir en el empate. Podía considerarse éste como el resultado justo, pero en los cinco minutos siguientes llegaron las emociones fuertes. En el minuto 91, el árbitro Mateos González decreta la expulsión de Ordóñez con cartulina aroja directa por protestar, compensando de esta forma la expulsión de Pablo. Lo que parecía que no tendría importancia por el minuto de juego en el que se producía la expulsión, se convirtió dos minutos después en determinante, ya que Nano, ocupando la posición de teórico lateral derecho, consiguió el gol que a la postre fue el de la victoria. Es una jugada por la derecha de Vila, que pone a Salva en el área y éste viendo por la izquierda totalmente solo a Nano (ya no estaba Ordóñez) le cede para que el joven delantero, con mucho temple y calma, controle y dispare al fondo de las mallas para batir a Álvaro. La explosión de júbilo para los locales y la decepción para los de Bembibre por el gol en contra.