El jugador del Noceda Ricardo Casado sufre una brutal agresión

El pasado domingo se enfrentaban dos equipos bercianos que militan en la categoría provincial. Noceda y Dehesas libraban uno de los encuentros de rivalidad, dentro de la Segunda División, en el feudo de los primeros. El compromiso resultó igualado, como lo demuestra el tanteador final, empate a tres goles, después de una batalla deportiva en la que los dos equipos se emplearon sin reservas. Hasta ahí todo puede considerarse normal, dada la rivalidad que existe entre dos equipos de la misma comarca. Lo que no estaba en el guión, era que el enfrentamiento tuviera una continuación fuera de la cancha. Resulta que con el partido igualado a dos tantos, el futbolista del Nocedad, Ricardo Casado, abadonó el terreno de juego después de ser sustituido por un compañero. Camino del vestuario, tuvo que pasar por delante del banquillo visitante, donde fue insultado por varios de sus integrantes. Luego el delegado del Dehesas se dirigió al futbolista, siempre según su versión, y Ricardo trató de pararlo. La víctima sostiene que luego un jugador rival, que había sido expulsado minutos antes, le dio un puñetazo, uniéndose a la «trifulca» también el delegado y después varios espectadores, así como algunos suplentes. «Estuvieron apaleándome durante diez o quince segundos, hasta que intervinieron mis compañeros y algunos espectadores de mi equipo para separarlos». A consecuencia de la paliza que recibió, Ricardo sufre heridas en varias partes del cuerpo, aunque es el estado de su ojo izquierdo el que más le preocupa «estuve un tiempo casi sin conocimiento y luego la pareja de la Guardia Civil me acompañó hasta el cuartel de Bembibre para poner la correspondiente denuncia. Fui atentido primeramente en el centro de salud de Bembibre, donde a duras penas pudieron abrirme el párpado, porque tenía el ojo totalmente cerrado y entonces me asusté porque lo veía todo blanco y llegué a pensar que podía perder la vista en ese ojo». Dada la gravedad de su lesión, desde Bembibre aconsejaron que Ricardo fuera trasladado a la Clínica Ponferrada, donde ya se le hizo una exploración más minuciosa que detectó un serio derrame en el interior del ojo. Ayer estuvo en Ponferrada para que le fuera concedida la baja laboral, ya que Ricardo trabaja como delineante en una empresa ubicada en Puente de Domingo Flórez. Ricardo Casado tiene 28 años y nació en Bembibre. Jugó desde niño en el Atlético, pasando por todas las categorías hasta llegar al primer equipo. Después se marchó al Noceda, club al que lleva vinculado los últimos seis años. Sale a la palestra en contra de su voluntad «lo hago sólo para pedir un poco de justicia y para pedir también respeto hacia la gente que puede sufrir una agresión como esta, que no tiene ningún sentido porque en esta categoría no te juegas nada y además ha ocurrido entre gente del Bierzo, que apena aún más». No debería ocurrir, ni en esta ni en ninguna otra categoría.