OPINIÓN
Siguiendo la estela de los grandes
DESDE EL punto de vista futbolístico todavía hoy existen claras diferencias geográficas. Y eso a pesar de que equipos hasta hace poco tenidos por exóticas realidades han ido cobrando carácter y una presencia indiscutible en el concierto continental. Pero el Deportivo es un grupo avezado que sabe equilibrar partidos con una facilidad propia de los históricos de toda la vida. Su trabajo consistía en desembarazarse de un AEK con más leyenda que presente. Y así lo hizo con determinación. Claro que en el horizonte estaba el resultado del partido entre el Mónaco y el PSV. En todo caso era una prueba que se escapaba del alcance de los gallegos. Porque no conviene olvidar que el camino es el que cada uno elige. Los griegos se aturullaban atrás y pecaban de intranscendencia arriba, dos circunstancias que jugaban a favor de un equipo mayor que sabía de sus posibilidades y daba muestras de estar convencido de dónde estaba la verdad. Fran volvió a ser ese icono que imanta, punto menos que una luz a donde tarde o temprano todos tenían que girar la cabeza y la conciencia. Por si la inspiración se quedaba corta, se contaba con la autoridad, que nunca será del todo recompensada, de Valerón. Por desgracia es canario y carece de esas promociones mediáticas para que se le aúpe al lugar que por calidad y rendimiento se merece. Probablemente estemos ante el jugador español con más talento surgido en este país desde hace años. Y uno se pregunta qué tiene que hacer el inimitable y extraordinario mediapunta para que se le reconozca su singularidad. Suyo fue uno de los tantos, aparte de regocijarnos con esa paleta de sorpresas que vienen siendo habituales en cada juego que disputa. La pena fue que Pandiani parece vivir en medio de una ingrata oscuridad. Tampoco hay que alarmarse. Es el sino del goleador. Una tarde sí y otras muchas también. Hasta que se cierra la veda y ahí es la desesperación, el truco invertido que no se corrige ni por casualidad. Suerte que su equipo tenía la cosa apañada y mejor encaminada, Y es que no hay mejor recurso que la diversidad y la amplitud. El Deportivo es para su suerte de esos bloques a los que nunca faltan rehabilitadores, como Luque. Es la vieja lección de todos los días. Para que algo funcione no hay mejor receta que tener alguna alternativa a la ineficacia o al absentismo. En este sentido, los gallegos, y eso bien lo sabe Jabo, están en la estela de los grandes.