Hewitt y Ferrero decidirán el punto inicial de la final Australia-España

Esta vez el G-3 de capitanes, representado por Jordi Arrese, aceptó la sugerencia de facilitar la definitiva composición del equipo español cinco horas antes del sorteo. Por eso, en una comparecencia del jefe de prensa de la Federación Española, a la intempestiva hora de las cinco de la madrugada en Australia, siete de la tarde en España, fue posible confirmar que Ferrero y Moyá afrontarán los individuales del primer día, viernes, a partir de la una de la madrugada, horario español. De esta manera, el programa de apertura, a falta de que del sorteo salga el orden de los enfrentamientos, incluye un atrayente duelo entre Juan Carlos Ferrero (1 de España) y Lleyton Hewitt (2 de Australia) y otro no menos interesante partido entre Carlos Moyà (2 de España) y Mark Philippoussis (1 de Australia). En la jornada del sábado no hay novedades en cuanto al doble se refiere, porque Álex Corretja, muy mejorado de su contractura muscular, y Feliciano López se las verán con Todd Woodbridge y Wayne Arthurs. El domingo, en principio, se cruzarán primero Juan Carlos Ferrero y Mark Philippoussis, los respectivos números 1 de cada país, y cerrará la final el encuentro entre Carlos Moyà y Lleyton Hewitt, salvo cambio de última hora. A priori, igualados Hewitt y Ferrero, los primeros en jugar, Se han enfrentado seis veces, con tres triunfos para cada uno. No se ven desde el US Open de este año, cuartos de final, cuando el valenciano ganó en cuatro sets. En la Copa Davis el de Onteniente registra aquella victoria en la final de 2000, que supuso la conquista de la ensaladera de plata para el equipo español. Moyá y Philippoussis jugaron en cinco ocasiones, con tres victorias para el australiano y dos para el mallorquín. Este año compitieron por última vez en la segunda ronda de Roland Garros y el triunfo fue para el balear en tres sets. Nunca coincidieron en partido de la Copa Davis. Este año España ha superado sucesivamente a Bélgica, en Sevilla; Croacia, en Valencia; y Argentina, en Málaga. Ahora llega el choque contra Australia, que a simple vista se presenta muy complicado, aunque los españoles no dan nada por perdido.