Dos por una

DOS VICTORIAS y una derrota. Dos por una, es un balance cuando menos estimable. Es obvio que, de acuerdo con la estimación particular de los aficionados, bien puede considerarse como la botella medio llena o medio vacía, de acuerdo con la óptica y sentimiento de cada cual. Todo, en definitiva, es tal cual reza el famoso cuarteto: En este mundo traidor/ todo es verdad y es mentira./ Todo según el color/ del cristal con que se mira. No sólo buena sino llegada en un momento oportuno, tal cual el maná caído del cielo -por más que para muchos la lluvia hubiera preferido que fuera de dinero cual en la canción se pide «ojalá que llueva café»-, repito, no sólo buena sino llegada en un momento oportuno, ha sido la victoria de Baloncesto León en Palma, porque la necesitaba en un momento crítico. Por otra parte, el Palma está por algo en la cabeza de la clasificación, y ello da indudablemente un valor añadido al triunfo. Puede ser eficaz palanca en lo deportivo, porque los próximos partidos se presentan teóricamente posibles de ganar. Y si llega el maná, con la rapidez y oportunidad deseadas, puede ser el momento clave. La Cultural cumplió perfectamente ganando al Palencia. No viene a cuento otra estimación en el resultado que el que supone añadir tres puntos a la tabla clasificatoria, apuntalando un puesto entre los mejores, a la espera de que los dos partidos a jugar esta semana, ambos en tierras madrileñas, contra el Real Madrid B el primero, frente al Majadahonda el segundo, den resultados propicios. El Real Madrid B, a juzgar por sus últimas actuaciones, atraviesa un bache, particularmente en su faceta goleadora; en cuanto al Majadahonda es el colista, aunque no hay enemigo pequeño. Ademar perdió en Francia, frente al Montpellier quien, no hay que olvidar, es el vigente campeón de Europa. Una derrota por dos goles de diferencia, cuando en el partido jugado en León, la diferencia, a favor de los ademaristas, fue de seis goles. Esto es evidente y no mera barrera de humo, expresada en «quien no se consuela es porque no quiere». Si la clasificación entre ambos hubiera sido a doble partido, el clasificado hubiera sido Ademar. Por otra parte, y no es disculpa sino evidencia, los viajes y las lesiones cuentan, y mucho, negativamente. Ahí está el ejemplo del Ciudad Real y Barcelona, con mucha más plantilla y calendarios más propicios. Por otra parte (no hay mal que por bien no venga) en los cruces de octavos se evita la posibilidad de enfrentarse a ambos.