La revolución rusa

Tanta reina suelta por el Barrio Húmedo cada fin de semana, y la única con verdadero derecho a corona en todo este puente, se refugia en Eras de Renueva. Vivir para ver. Llega Anna. Sí, vale, viene también Arantxa Sánchez Vicario, pero como es más de casa, de siempre, como del final del Telediario los fines de semana, claro, no es lo mismo... Kournikova duerme en León esta noche. Juega mañana un amistoso en León Arena, y antes imparte un clinic con los enanos de las escuelas de León, y antes cena con no se sabe cuánta gente, y antes firma autógrafos, y antes entrena esta mañana. ¿Y quién quiere tenis? Eso era antes. Ahora manda la farándula. Y no es porque en torno a la deportista más famosa y menos galardonada de Rusia se haya mezclado una cohorte de advenedizos especialmente prolífica. De los de la prensa cardiaca solamente se apunta la revista que saluda, el programa de la tele que sabe a Solís y un par de agencias al uso. Y eso que ayer por la tarde, la radio escupió desde Madrid, entre canción y canción, el rumor de que Enrique Iglesias y los 22 años mejor puestos de toda la WTA ya no se dan besitos. Pero, o no es muy cierto o no se ha hecho mucho caso del asunto, y la organización respira. Que el corazón y los toriles nunca se han llevado nada bien, y hoy están demasiado cerca. Parte de viaje Dice el parte oficial de viaje que desde las nueve de la mañana, la trigesimoquinta mejor jugadora del mundo el año pasado, cambia su residencia oficial en Miami por la temporal en España. Y mientras el mundo entero puede sobrevivir sin saber qué pasa con las otras 34 que juegan mejor que ella, León se prepara para un día de carreras y sensaciones cambiantes. Ni las colas en la mitad de la Avenida Reyes Leoneses serán para comprar en Mercadona, ni las de la plaza de la Junta para pedir los impresos de la declaración de la renta. Ni siquiera las taquillas de El Parque se abren en honor a Jesulín de Ubrique. Kournikova se aloja en el Tryp Eras, firma autógrafos en el Edificio de Usos Múltiples (¡que gran verdad!) de la Junta y entrena en aquello que una vez fue una plaza de toros, antes de convertirse en una mezcla del Palacio de Deportes, el circuito de La Salgada y el Club Peñalba. Quedan entradas, no hay miedo. Un paseo por las taquillas de León Arena y se informa de precios y plazas. Aviso a ingeniosos: de vestuarios no hay localidades.