Cerrar

Tres mil personas dieron su adiós al «Chaba» en su localidad natal

Representantes del equipo Banesto, ex compañeros y vecinos muestran un gran pesar

Seis amigos portan el féretro con el cadáver de José María Jiménez momentos antes de su entierro

Publicado por
colpisa | el barraco

Creado:

Actualizado:

Tres mil personas dieron ayer el último adiós a José María «Chaba» Jiménez en El Barraco, la localidad natal del ex ciclista abulense fallecido la noche del sábado a los 32 años, en una clínica psiquiátrica y de desintoxicación de Madrid a causa de un paro cardiaco. Los vecinos de El Barraco y el mundo del ciclismo abarrotaron la Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Asunción donde se celebró el funeral por la muerte del «Chaba», con la presencia de numerosos representantes del equipo Banesto. Entre ellos, su director, Eusebio Unzue, que calificó a Jiménez como «una víctima más de lo que desgraciadamente es bastante habitual en nuestra sociedad». «Llegó un momento que sólo dependía de su fuerza de voluntad, que no fue necesaria para salir de donde se metió», reconoció Unzue. «Era un hombre con muchas virtudes, pero también con algún gran defecto que son los que nos han hecho venir aquí», añadió Unzue tras el entierro del «Chaba» en el cementerio de El Barraco. Además de los retirados Abraham Olano y Laudelino Cubino y su cuñado Carlos Sastre, también acudieron al funeral de José María Jiménez ciclistas en activo como Ángel Casero, Francisco Mancebo, «Chente» García Acosta, Álvaro González de Galdeano y Dori Ruano; y directores deportivos de diversos equipos españoles, entre ellos, Manolo Sáiz. El seleccionador nacional, Paco Antequera, y el vicepresidente de la Federación Española de Ciclismo, Roberto Coca, también se acercaron a El Barraco, que rindió un merecido y emotivo homenaje a su mejor embajador. «Conscientes del deterioro» El féretro con el cuerpo sin vida de Jiménez recibió una larga ovación tanto a la entrada como a la salida de la iglesia, adonde llegó a hombros de seis amigos del ex ciclista. A su alrededor, numerosos coches portaban más de veinte coronas de flores, dedicadas gran parte de ellas por sus ex compañeros en Banesto, la Federación Española, la organización de la Vuelta a España y la Escuela de Ciclismo de El Barraco. Aunque el repentino fallecimiento del «Chaba» Jiménez sorprendió a familiares, amigos y miembros del pelotón, el mundo del ciclismo conocía la grave situación personal, por su adicción a las drogas, de la que estaba intentando salir el escalador abulense. «Éramos conscientes del deterioro y lo que le estaba ocurriendo, pero es difícil cuando llega el momento del adiós», admitió Unzue.

Cargando contenidos...