La inferioridad en el juego aéreofue clave en la derrota blanquiazul De la calma a la tempestad

El Atlético de Madrid B superó a la Deportiva el domingo, aunque tardó muchos minutos en traducir en goles su dominio. Sin embargo, ya desde el primer tiempo se pudo apreciar que el verdadero peligro para los locales llegaría en acciones a balón parado, en las que los madrileños ganaban al cuadro blanquiazul por su mayor envergadura física. Eso pudo haber provocado que las cosas se complicaran ya mucho antes para los de Tomé. Baste recordar que Toché cabeceó al poste en el primer tiempo, con Rubio ya superado y que Albarrán hizo un gol también de cabeza, que el árbitro anuló en la segunda parte, cuando todavía la Deportiva mandaba en el marcador. Aparte de estas acciones puntuales, cada vez que se producía un saque de esquina a favor de los rojiblancos o una falta en las inmediaciones del área de Rubio, se podía intuir el peligro por la circunstancia comentada más arriba. Tomé había manifestado durante la semana que no echaba de menos a nadie, como debe hacer un entrenador, por otra parte. Sin embargo, en su fuero interno sabía, igual que lo sabían quienes conocen las características de uno y otro equipo, que el Atlético trataría de hacer valer su altura para aprovechar dos ausencias notables en el bando rival, en ese tipo de situaciones, como son los casos de Soto e Igor. Por fortuna, ambos volverán a ser de la partida el domingo, una vez cumplida su sanción, igual que Fuentes. Peor pinta lo de Panadero, otro hombre vital cuando se trata de ir por arriba, tanto en ataque como en defensa. Hoy le efectuarán una ecografía que determinará el alcance de su lesión. DESPUÉS DE LA TEMPESTAD llega la calma; pero para Caja España Ademar, Cultural, y en tono menor Baloncesto León, después de la calma se atisban en lontananza densos nubarrones, complicado calendario estas semanas que restan al año donde las excelentes clasificaciones alcanzadas, van a ser sometidas a una reválida que puede definir y decidir en buena parte el futuro. Así Ademar que, capeando el temporal de las lesiones y deficiencias físicas de muchos jugadores ha logrado pasar a los octavos de final de la Copa de Europa y afirmarse en el cuarto puesto de la Liga, tiene un final de año vertiginoso, complicado, difícil. Nada más, y nada menos que dos partidos de la ASOBAL frente a rivales directos en la clasificación, como Pórtland y Valladolid, la eliminatoria copera frente al poderoso Celje y, como postre, poco indicado para digerir el atracón, la Copa ASOBAL, con el Barcelona como rival en la primera eliminatoria. Con una plantilla corta, (más comparándola con las del Pórtland, Barcelona y el mismo Celje) la rivalidad, que suma dificultades, ante el Valladolid, mucho y bien tienen que rodar las cosas a los ademaristas para salir librados del vertiginoso calendario, que apenas en tres semanas, va a definir, con tintes por añadidura de decidir, la suerte del equipo en la temporada. Sólo el indomable espíritu de lucha, la entrega, la disciplina, con el añadido indispensable de la suerte, pueden llevar el barco a buen puerto capeando un temporal que tiene tintes de ser una de las duras galernas del Cantábrico. Cinco partidos ¡ojalá fueran seis!, lo que supondría la clasificación para la final de la ASOBAL , en tiempo record, en un deporte donde la intensidad de los partidos y los golpes recibidos tienen por fuerza que dejar negativa huella, más, si como es el caso, la plantilla viene acusando ya la dureza de los partidos y la evidencia de su cortedad para afrontarlos con los efectivos necesarios, tal cual es el caso del Ciudad Real, Barcelona y el recuperado Pórtland quienes, por añadidura, tienen un calendario, en este final de año, mucho más fácil del que tiene ADEMAR. Confiemos en el lema: ¡Ademar a luchar!, como principio y fin de unos resultados favorables. También, al decir taurino: Que Dios reparta suerte... Que falta va a hacer. Tampoco lo va a tener fácil la Cultural para cerrar el año en el privilegiado primer lugar de la clasificación alcanzado con todo mérito, entrando en una dinámica ganadora muy positiva. El Baloncesto León, después de haber tomado el mejor de los caminos, olvidando los comienzos tambaleantes del inicio de la temporada, ha ocupado ya, por derecho, plaza entre los ocho mejores, los puestos que dan derecho a probar fortuna en la lotería del ascenso.