El Atlético sale vivo de Vigo y piensa en la Copa de León

Un golazo del argentino Lequi salvó a un Atlético muy débil en defensa de cosechar en Balaídos su sexta derrota fuera de casa en esta Liga. Al mismo tiempo, castigó el excesivo conservadurismo de un Celta que comenzó fatal, pero con lo justo le había dado la vuelta al partido en el tramo final del primer período. Lequi, convertido en delantero centro, marcó el gol de su vida. El balón le golpeó con fortuna en el hombro, pero luego hizo un sombrero con la zurda y fusiló con la derecha, su pierna mala, y con poco ángulo a Cavallero. Un gol que hizo justicia y firmó tablas entre dos equipos deslabazados y con serios problemas atrás. Los rojiblancos tuvieron la fortuna de marcar en su primera llegada, un córner fatal defendido en el que Simeone cabeceó solo en el segundo palo. El Atlético tenía al Celta completamente groggy, pero lo vio tan fácil que se relajó. Se perdió en toques sin sentido, no profundizó y cada vez se fue más atrás. Y eso es casi un suicidio en un equipo que en el medio defiende sólo con De los Santos y atrás sólo tiene a Lequi, un central notable y elegante al sacar el balón. Simeone aporta experiencia y poco más, y Gaspar y Sergi son dos coladeros. Se echaron al equipo encima y, fruto del dominio del Celta y la pésima zaga atlética, los locales dieron la vuelta al marcador en apenas tres minutos, antes del descanso. Un golpe franco bien ejecutado por Luccin que se comió Burgos y un centro de Jesuli que remató a placer Milosevic ante la estatua del «Mono». En la reanudación el Celta regaló el balón y el dominio a un Atlético que pudo empatar enseguida, en un remate de espuela de Torres que salvó Cavallero. La entrada de Musampa permitió a los «colchoneros» recuperar su dibujo tipo, revitalizarse y empatar con el gol de la jornada, hasta el momento.