El oficio del Valencia pone contra las cuerdas a Víctor Fernández (0-1)

Sin alardes, merced a un autogol de Juanito y a un sistema defensivo extraordinario, el Valencia sumó tres puntos de oro y puso contra las cuerdas al técnico Víctor Fernández y a su inoperante Betis, que sólo ha sido capaz de ganar un partido en casa y si no ocupa zona de descenso fue por su reciente goleada en Anoeta. Los «ches», que sumaron así su quinta victoria de la temporada como visitantes, cumplieron su objetivo de terminar el partido como líderes provisionales y meter presión así a Real Madrid y Deportivo, los otros dos candidatos al título que a continuación medían sus fuerzas en Chamartín. Y encima Benítez mantuvo su plan de rotaciones y esta vez dio descanso en el once titular a Baraja, en beneficio del infatigable Sissoko. Fiel a su estilo de todos conocido, más práctico que vistoso, el Valencia manejó con suficiencia la situación en un anodino duelo, carente de buen fútbol y ocasiones, marcado por el autogol del internacional Juanito, a los 17 minutos. Jorge López sacó una falta desde la derecha sin aparente peligro, pero el central metió el muslo y sorprendió a Contreras. En realidad, fue la única ocasión de los 'ches' en este período, más allá de una internada de Aimar, muy escorado, que tuvo que desbaratar en falta Contreras. Dominio estéril El Betis, un manojo de nervios por su delicada situación en la tabla, tuvo el dominio territorial pero tampoco dispuso de apenas oportunidades. La más clara, sin duda, se produjo en el primer minuto, cuando Rivas cabeceó muy cerca del palo un golpe franco. Joaquín lo intentó una y otra vez, pero se mostró excesivamente individualista y se encontró en su camino, además, con el correoso Carboni, curtido en mil batallas. Apenas cambió el panorama en la reanudación, con un Valencia que vivía tranquilo pero tampoco se decidía a pisar el acelerador y arriesgar en busca de la sentencia. Ante la falta de mordiente de su equipo, Víctor Fernández decidió apostar fuerte, aunque en verdad tampoco le quedaba más remedio. Introdujo a Palermo y Tote. De una tacada buscaba más poderío arriba, con el argentino, y más fantasía con el madrileño. Con el Betis volcado a la desesperada, el Valencia pudo machacar al contragolpe. De hecho, si no lo hizo fue porque a Aimar se le señaló un fuera de juego más que dudoso, Angulo no acertó en un lejano disparo a portería vacía tras un mal despeje de Contreras, y el portero se lució a tiro de Xisco. Pero ni aún así sufrieron demasiado los valencianos en el tramo final para mantener su exigua pero definitiva ventaja. Y eso que Benítez había retirado a Vicente, Mista y Aimar, el único que puso la calidad en Heliópolis.