León paga su escasez de plantilla y se aleja de las plazas de la Copa (79-67)
El Inca rompe la racha victoriosa del equipo que no consiguió asentarse sobre la cancha
Baloncesto León, después de la exhibición mostrada ante el Tarragona, quería deparar otro encuentro de similar nivel para consolidarse en la parte alta y lograr plaza para la Copa del Principe. Pese a los problemas económicos, el equipo de Ángel Jareño había puesto de manifiesto su profesionalidad y quería sumar su noveno triunfo aprovechando que jugaba ante el colista. Pero no lo consiguió y falló donde menos se esperaba, con las ausencias de Charli y Pepe Llorente, que ablandaron el juego exterior especialmente a la hora de presionar en defensa. El mal juego fue la nota predominante en los primeros diez minutos de juego, en los que ambos equipos se mostraron muy espesos en la ofensiva, si bien León fue el que llevó la iniciativa, pese a que el juego interior del Inca intentaba evitar que los leoneses se fueran más arriba en el marcador. El equipo de Jareño dispuso de una máxima diferencia de cuatro puntos (5-9), aunque su defensa era la gran asignatura pendiente. Faltaba concentración y sobraba tibieza. De esa manera, el equipo balear aprovechaba las lagunas del equipo de Jareño para vivir su mejor momento de juego durante el partido y gracias a un triple de Alzamora y un dos más uno de Johnson despegaba definitivamente en el marcador (16-11). El equipo leonés no se parecía en nada al que había maravillado la semana anterior a su afición. Urreizti, especialmente, se mostraba errático y sólo Julio González mantenía el tipo. En el segundo cuarto el Inca barrió de la pista a León, que se mostró aún más ofuscado. Un parcial de 11-0 le puso catorce puntos por delante (31-17) sometiendo a León a una situación inesperada. Jareño no reconocía a su equipo y tampoco encontraba soluciones en el banquillo, donde Mosley hizo poco por ganarse un sitio entre los cinco mejores. El equipo balear fue acumulando personales y eso sumado a las bajas de Rodríguez y Bulfoni le dejaban en una situación de precariedad. Una técnica al técnico local Xavi Sastre permitió a León meterse en el partido después de un parcial de 0-8, en el que tuvo mucho que ver el buenhacer de Onyekwe. El nigeriano, pese a no jugar al nivel de sus mejores partidos, fue una vez más el referente de los leoneses. Las tres faltas de Mosley también mermaron el juego de León, pese a que Jareño sólo pudo utilizó seis jugadores en este primer periodo de la primera plantilla, además del relevo otorgado por Javi Llorente a Iker Urreizti, aunque ninguno de los dos bases tenían su mejor día. En la reanudación, el Inca mantuvo las diferencias, aunque con apuros, porque e León llegó a empatar a 40, pero el partido cambió en el ecuador de este tercer cuarto, gracias a la aportación del canadiense Young, que hizo siete puntos consecutivos, para un 53-46 que puso a León contra las cuerdas. Problemas en el perímetro León se mostraba tierno y vulnerable por dentro y cerraba mal el perímetro, justo donde se centraban sus carencias. Los jugadores de Jareño se mostraban apáticos y sin garra, como si no creyeran en sus propias fuerzas, y además los tiros de tres del rival caían de forma inapelable mientras León no tenía su día en esa distancia. En el último cuarto, un triple inicial de Ibarra abrió todavía más la herida. Un triple posterior de Johnson elevó la renta hasta los once puntos (59-48) y en esos momentos críticos era Onyekwe el único que mantenía a León con míminas esperanzas, hasta que tuvo que dejar la pista. El Inca supo mantener el tipo pese a que sus jugadores estaban cargados de faltas. El equipo de Jareño, por su parte, no supo invertir la situación y quedó a merced de un rival que logró su máxima diferencia en el partido de trece puntos (71-58). El equipo balear jugó con el reloj a favor mientras que León se mostró como un equipo abatido y desarbolado. Una falta en ataque de Paco Martín a Alzamora acabó por dejar el partido sentenciado, que ya fue consumiendo sus minutos.