Dámaso Barredo triunfa en el provincial de pesca con mosca

De rotundo éxito puede calificarse el campeonato provincial de pesca de lucio organizado por la Asociación Leonesa de Pesca con Mosca el pasado domingo día 14 de diciembre. Un total de 23 ejemplares de buen tamaño, ya que el mayor superó los ocho kilos de peso, fueron contabilizados en el puesto de control instalado en Campo de Villavidel. Los doce finalistas que competían, agrupados en parejas, disponían de libertad a la hora de elegir su punto de pesca, siempre en aguas del Esla por debajo de su confluencia con el Bernesga. El arroyo de Valdearcos quedaba vedado para esta prueba ya que en él se detectó una entrada masiva de peces de poco tamaño pero que harían coincidir en el tramo a todos los participantes, complicando la acción de pesca. Una vez que la organización dio la salida a las diez de la mañana los concursantes se dirigieron a los tramos elegidos sabiendo que el control se cerraría a las cuatro y media de la tarde. El tramo alto del Esla, justo por debajo de la desembocadura del Bernesga hasta Cabreros del Río fue desechado por la mayoría de participantes, dado que apenas tiene pesca por el hecho de estar embarrado durante todo el año. Precisamente este embarramiento realizado de forma reiterada y alevosa sin que Medio Ambiente tome medida alguna, está provocando un profundo malestar entre muchos pescadores que antaño se divertían en estas aguas donde todavía quedan algunas truchas. Aguas abajo de Cabreros el río se aclara por decantación propia de forma que ya es posible practicar la pesca. Los mangones de Fresno de la Vega de Cabañas y de Valencia de Don Juan fueron los lugares donde se consiguieron las mayores capturas. La llegada de concursantes al puesto de control resultó emocionante, ya que todos traían consigo alguna captura. Eleuterio Ramos con seis ejemplares y más de trece kilos en el cómputo global se perfilaba como ganador, pero, casi sobre la hora de cierre, se presentaba Dámaso Barredo Blanco con cuatro ejemplares uno de los cuales superaba los ocho kilos de peso y que en el cómputo global daban 14,3 kilos. En la última tirada efectuada con un pez de vinilo había conseguido clavar el ejemplar más grande y las dificultades para sacarlo del agua a punto estuvieron de agotar el escaso tiempo que le quedaba. En tercer lugar se clasificó David Calzado, con tres lucios y siete kilos de peso. La anécdota dolorosa la protagonizó precisamente David que, entusiasmado con la captura de un lucio de tres kilos y medio, no tomó las debidas precauciones para desclavarlo lo que le supuso un profundo corte en el dedo índice de varios centímetros del que hubo de ser atendido. Los dientes del lucio están impregnados de un líquido de propiedades anticoagulantes y las heridas sangran de forma abundante al no cicatrizar. Finalizada la prueba los tres primeros clasificados recogieron el trofeo consistente en una cabeza de lucio desnaturalizada engastada en una placa de mármol donada por Marmolería Madrid. De igual forma se otorgó premio a la mayor captura. También los concursantes fueron obsequiados con material de pesca donado por las tiendas colaboradoras. El concurso finalizó con una suculenta comida preparada por la organización y a la que estuvieron invitados tanto los concursantes como el jurado y la organización. En otro orden de cosas es preciso resaltar que, en opinión de los pescadores, las poblaciones de lucio se están recuperando en el Esla. Este hecho que agrada a los aficionados a la pesca de este pez desagrada a los pescadores de trucha que temen la remontada del voraz depredador hacia aguas trucheras. La voracidad del lucio quedó patente al abrir el ejemplar de ocho kilos ya que, en su interior, conservaba a medio digerir un barbo que bien habría superado los tres cuartos de kilo y los treinta y cinco centímetros de longitud.