«En Ponferrada me respetan más»
Mientras Tomé desvela su estado de ánimo ante el derbi del próximo domingo, Duque vivirá la primera experiencia en uno de los banquillos dentro del partido entre los eternos rivales
El derbi ya ha comenzado en el Diario de León. Con una charla-coloquio entre los dos entrenadores en las instalaciones de la Uned en Ponferrada, comenzó a abrirse boca para el partido de la máxima en la provincia que el domingo a partir de las cinco de la tarde en el estadio del Toralín medirá a Deportiva y Cultural. En un ambiente distendido ambos preparadores atendieron amablemente a las preguntas tanto de los asistentes al acto (sobre un centenar) y de los moderadores de la cita: Ramón Díez y Ángel Fraguas, redactores de deportes del periódico. Como de costumbre, Duque dio juego por su forma de ser. De hecho recalcó que no era chulería sino su acento lo que le hacía ser así. Las horas previas al derbi más igualado de la historia (nunca en Segunda División «B» se habían enfrentado estando tan bien clasificados) se vivieron con flores de un entrenador hacia su oponente. De hecho, el que fuera director técnico de Leganés, Getafe, Real Ávila y Compostela, habló de que Ponferrada siempre le ha caído de pie. «Siempre pensé que estaba más cerca de la Ponferradina que de la Cultural, pero se ve que en esta ciudad no me valoraban lo suficiente. De todas las maneras estoy encantado en León y creo que se están haciendo las cosas bien». También se hizo alusión constante a lo que puede suponer para unos y para otros vencer en el partido de la Jornada 18. «Si ganamos, haremos elongación de los músculos cervicales para mirar a la Deportiva en la clasificación», afirmó Duque. Por su parte, Tomé aludió a que la Deportiva necesita ganar después de dos derrotas y para que no se le vayan algo más los equipos de la zona alta: «No me sentiría más tranquilo si el choque fuera en León. Lo importante es ganar». Duque restó importancia a las estadísticas de no haber ganado nunca en un partido liguero como visitante a su colega y de sólo haber vencido una vez en la capital del Bierzo: «Son años, equipos, plantillas y situaciones diferentes. No hay que tener ansiedad; es mala. Vendremos a muerte, sino mejor no venir». Cabe destacar que la Ponferradina no vence en partido liguero en su estadio desde hace doce temporadas. La motivación también fue un tema que se trató: «Si los jugadores no salen motivados para un partido como éste, mejor que se dediquen a jugar al gua», volvió a apostillar el madrileño. El encuentro de la Copa del Rey del pasado martes también salió a relucir en la amistosa conversación. En este sentido el entrenador que ejercerá de local el domingo afirmó que «si el partido se hubiese jugado el jueves, podríen llegar en peores condiciones, pero siendo el martes no habrá ningún problema para la Cultural». Mientras, el visitante con ironía aludió a varios dichos populares: «La carrera que el galgo no pega en el cuerpo queda. Si mis jugadores no son capaces de recuperarse del martes al domingo que se dediquen a jugar al ajedrez. Unas personas que no tienen otra cosa que hacer que trabajar dos o tres horas al día como máximo, no pueden llegar cansados. No es justificación. Ellos no se preocupan ni de hacer la compra; para ellos tienen a sus mujeres». Probablemente una de las afirmaciones más sabrosas de Tomé fue el hecho de que en Ponferrada se siente más respetado que en León. «Allí había más presión, pero un entrenador debe saber abstraerse del ambiente externo». También el técnico de la capital de la provincia afirmó que su equipo «tiene que salir a llevar el peso del partido, pero no será fácil». Los dos técnicos se mojaron a la hora de hablar de la plantilla contraria. Para ello fue requerido especialmente Tomé, por su condición de entrenador de ambos equipos. «La plantilla de la Cultural es muy buena, pero yo me quedo con la mía. No cambiaría nada»; afirmó Tomé. También comentó cuáles eran los jugadores fiundamentales del cuadro leonés: «Fran es el principal; pero también Rubén Vega, Paulino, José Vega e Ivo en los lanzamientos de falta». Duque no habló de nombres en la plantilla deportivista y prefirió centrarse en los suyos. Además, tampoco cambiaría cromos con Tomé. Landáburu y Adriano fueron los jugadores de conversación: «En España tenemos la manía de exigirle más a los canteranos que a los jugadores de fuera. Landáburu puede que juegue el domingo o puede que no. Tiene unas condiciones muy buenas, pero tiene que ir entrando poco a poco; gradualmente. Si le mete en un partido, le va mal y lo quito, hundo al chaval». En cuanto a si le preocupaba más de la cuenta la baja de Adriano, Duque preguntó «¿cuál es la cuenta?». El madrileño espera «que la lesión del hispano-brasileño no sea tan larga como la construcción de la catedral de la Almudena, pero que nadie es imprescindible. Será importante para la Segunda Vuelta y creo que ante el Conquense estará listo». De la actuación del árbitro, Tomé destacó que los trencillas te dan y te quitan por igual. «Sólo espero que lo haga bien, ya que el último se pasó de vueltas con la expulsión de Nistal». Por su parte, Duque recalcó que los árbitros son también humanos y tienen mucha presión y más en partidos como éstos. «No vale de nada echarle las culpas a ellos». Lógicamente la respuesta a lo que querían para el domingo era obvia: «Lo que da puntos es ganar y más goles que el contratio. Lógicamente hay más posibilidades de conseguir la victoria jugando bien»; afirmó Tomé. Luis Ángel Duque afirmó que «no ganar me fastidia más que una china en el ojo. Aquí sólo vale ganar. Como no entre el balón, se te fastidia la tesis doctoral». Jechu y Panadero son bajas en los deportivistas. E Igor con rotura de los huesos propios de la nariz es duda. Mario, Pablo, Adriano y Rubén Suárez, además de la duda de Fran con un golpe en la zona lumbar son los que no estarán en los capitalinos. Tomé afirmó que no le preocupan las bajas, ya que tiene dos jugadores por puesto que se pueden suplir perfectamente. «Lo que echaría de menos serían bajas en el mismo puesto». Duque por su parte, afirmó que ninguno se debe acordar de los integrantes de sus respectivas plantillas que no estén. Por delante faltan dos sesiones de entrenamiento para ambos equipos antes de verse las caras en una nueva edición del clásico. Después del acto los dos entrenadores se afanaron a sacar los números de un mini bingo para sortear cinco entradas para el choque. Aunque se resistieron a aparecer, finalmente media deceena de perersonas salieron con su entrada y serán de los pocos afortunados que no tengan que pasar por taquilla.