Kournikova-Cacciatori: dos estilos opuestos de entender el deporte
La rusa disfruta con la fama mientras que la italiana se siente hastiada de lo que conlleva
La imagen es un arma fundamental en la sociedad actual, que vive pendiente de qué dirán y cómo me ven. Éste es el caso de quien se dedica a la moda o la publicidad, y cada vez más los deportistas, independientemente de su especialidad. Futbolistas, tenistas, nadadores... todos son el ejemplo a seguir por gente de todas las edades. Como en todo, el defecto está en el exceso. Hay profesionales que se valen de su imagen como complemento, pero los hay que viven únicamente de ella, explotándola al máximo. En estos dos bloques se engloba a dos personajes completamente diferentes: la tenista Anna Kournikova y la jugadora de voleibol Maurizia Cacciatori. Mientras que la rusa acapara páginas y página de revistas por ser imagen de cientos de firmas publicitarias, la italiana ha visto cómo el acoso in extremis de sus seguidores le han obligado a dejar, temporalmente y en busca de tranquilidad, su país. Cero de cien La dedicación de Kournikova al tenis empezó con 5 años, cuando sus padres le regalaron una raqueta, para lo que tuvieron que vender uno de sus televisores. Sus progenitores debieron pensar que habían invertido bien, porque su hija tenía una carrera prometedora. A los ocho un cazatalentos la descubrió y con sólo 14 años ya se había convertido en la jugadora más joven que había ganado un partido de la Copa Federación. Ese mismo año conquistó el número uno y se coronó como Campeona Mundial Júnior, en 1995 alcanzó la cuarta ronda del USA Open y en 1997 se plantó en la semifinal de Wimblendon. No sería hasta los 19 años cuando la Lolita diera el salto a la elite del tenis mundial, pero a partir de ahí su trayectoria cambió de rumbo. El espectacular físico de Kournikova, melena rubia, piernas bonitas y cara de muñeca, llamó la atención a propios y extraños. Ella ya no era noticia por su profesión, ya que de los más de 100 títulos individuales disputados no ha conquistado ninguno. Sólo ha conseguido levantar premios en los partidos por parejas, el primero el Open de Australia de 1999 con la ya retirada Hingis. Sería al año siguiente cuando cosechara sus mayores éxitos, ya que de los cuatro partidos que disputó con la suiza, ganó en tres ocasiones. Esta sequía de triunfos preocupa a sus patrocinadores. Adidas ha dado un ultimátum para que la tenista se centre en su profesión. Cansada de la popularidad El otro lado de la moneda de cómo entender su profesión lo representa la jugadora de voleibol Maurizia Cacciatori. La presión de los 'tiffosi' ha obligado a la italiana a dejar su equipo, el Bérgamo -con el que ganó dos títulos continentales- para buscar la tranquilidad, en el plano profesional y personal. El C.V. Tenerife ha sido su destino, un club que ha visto cómo la llegada de esta guapa jugadora de 1,78 metros ha suscitado el interés de numerosas personas, hasta entonces ajenas a esta disciplina deportiva. Una fotografía de su cuerpo desnudo está tasada en más de 25 millones de las antiguas pesetas. Un empleado de un hotel de Laredo denunció cómo un cámara intentó sobornarle para poder infiltrarse en la habitación de la jugadora y fotografiarla. Su estancia en España le ha traído la armonía que buscaba. Cacciatori ha decidido centrarse en su carrera y abrir un paréntesis en su otra profesión, la de modelo.