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La Copa Asobal pone en escena el Ademar-Barça más abierto del año

León se propone curar heridas recientes con el torneo que le dio su primer título en 1999

Publicado por
Miguel Ángel Zamora - enviado especial | ciudad real
León

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No es buen asunto mirar al mañana y dejar que la vista caiga al ayer. Sólo por eso, Ademar hace el esfuerzo de pensar que lo de esta tarde es punto y aparte, y que no importa lo de la semana pasada, la eliminación increíble en la Copa de Europa, porque agua pasada ya se sabe que poco pinta en el molino. Ni que la última vez que hubo Copa Asobal, León la vio por la televisión, porque la ley de las adjudicaciones de las competiciones nacionales y sus consabidas plazas siempre ha ido como ha ido, Valladolid al margen (fue la sede del 2002). Ni siquiera que la última vez que Cadenas y su gente durmieron en el mismo hotel en el que lo hicieron anoche, fue en la víspera de una eliminación sorprendente en la Copa del Rey del 2001, también en Ciudad Real, cuando por asegurar el título de Liga, Magnus Anderson y compañía se tiraron en marcha del tren copero desde los mismísimos cuartos de final, y a manos de aquel Pucela que aún lideraba Beláustegui, y aún a día de hoy se duda si aquel año no hubieran podido ser tres títulos en vez de uno, que el favorito al triunfo en la Copa, para todos los analistas, era el futuro campeón de Liga, y la segunda Recopa se escapó por un sólo penalty, en la final con el Flensburg. La retahíla viene a cuento de las ocasiones perdidas. Con Masip relegado a un segundo plano, porque en la guerra de poderes Valero Rivera sigue echando un pulso al símbol blaugrana, con Skrbic convaleciente, porque una lesión le deja fuera del partido, y con Chtchepkin abriendo un frente más en el vestuario azulgrana, que al míster no le gusta la idea de que el ex-ucraniano quiera ir a los Juegos Olímpicos sin el permiso del jefe , este Barça es asequible como nunca lo fue. Y Ademar se cruza con él en semifinales de la Copa Asobal. De no haber mediado el desastre de Eslovenia, la formación marista tendría más de medio pie en la final de mañana. Pletórico de moral como estaba el equipo, metido en línea ascendente y decidido a ir a por todas (se había negociado hasta la prima por el título) había vuelto el Ademar del espíritu de siempre. Y eso en un torneo de este tipo, es una garantía. Pero resulta que hay que andar con tiritas para recomponer al equipo en lo físico y en lo anímico. Así que, visto lo visto, el choque se presenta abierto como gusta a la casa marista, y especialmente dado a que pase de todo. Para lo bueno, y para lo malo, como se está poniendo de moda en los últimos tiempos, mal que pese al mando del batallón. Ademar llegó casi una hora antes del entrenamiento al hotel que comparte con Portland San Antonio. No hubo cruce Kasper-Jovanovic, porque cuando llegaba el danés, el serbio se subió al bus de Portland, y salvo Juancho, que se quedó charlando con sus antiguos compañeros de equipo. Después de lo ocurrido en Pamplona en la visita de Liga (el lateral lanzó un penalty a la cara al portero leonés y fue expulsado, en una acción determinante para el triunfo visitante) pudiera haber quedado alguna estampa curiosa, pero no hubo tal. Equipo base Cadenas vuelve en teoría al equipo básico para el partido de hoy. Metlicic y Krivochlykov se hacen cargo del flanco derecho del ataque, a la vista de que el único polivalente para las dos plazas es el lesionado de mayor importancia, Roberto, y para la izquierda, es previsible el concurso de Kjelling, aún tocado y todo, igual que el croata. Con el descanso que viene a continuación en competición, forzar un poco no está de más. Aún así, parte del entrenamiento se hizo probando con Vatne a la izquierda en el ataque. Pero no faltó tampoco la variante de Perales como central y Raúl Entrerríos a la izquierda. Lógica, simplemente. Pista: Quijote Arena Hora: 18.00 Árbitros: Fernández Piñeiro y Permuy Villanueva (GAL)