Los motores del Dakar rugen ya con fuerza en Barcelona
Nani Romá y José María Serviá, protagonistas en la presalida de la Ciudad Condal
Los pilotos del equipo Repsol, de izquierda a derecha, Nani Romá, Coma y Estévez
La vigésimo sexta edición del Dakar está en plena ebullición y la Plaza de Cataluña de Barcelona, con una gran afluencia de público, a pesar de un tiempo desapacible, fue una vez más escenario de una presalida de los participantes españoles, que en esta ocasión alcanzan la cifra de 100. Es la segunda colonia después de la francesa. Como viene siendo habitual, los españoles, encabezados por los catalanes José María Serviá y el motociclista Nani Romá, recibieron el banderazo de salida para los trámites previos a la prueba, que son los más tediosos y farragosos. A lo largo de tres días los participantes deberán someterse a la disciplina de la organización, en las verificaciones técnicas y administrativas que se desarrollarán en Clermont Ferrand. En la presalida de Barcelona el optimismo era la nota dominante, pero lo que todos quieren es que pasen pronto los día europeos de la prueba africana. «Estos días son los más pesados, con muchos kilómetros por autopistas, frío, lluvia y la pesadez de estar casi sin hacer día durante muchas horas, pero es el tributo que hay que pagar, y eso que este año los trayectos son más cortos, porque cuando tocaba subir a París, era un palo, y bajar en moto por esas carreteras francesas y llegar hasta el embarque en España, eso sí que era un calvario», comenta Romá, que es la mayor esperanza española en la prueba. Un piloto que a la chita callando se ha convertido en un experto en el desierto es el castellonense José Luis Monterde, que de nuevo este año verá como la playa de su ciudad acoge la especial española de la prueba. Para llegar a Dakar, donde el año pasado fue el mejor privado, se ha planteado un rallye basado en la fiabilidad. «Nuestro punto fuerte es la fiabilidad», afirma Monterde. «Frente a los coches de última generación que presentarán los equipos oficiales y algunos de nuestros principales rivales entre los pilotos privados, la ventaja de nuestro Mitsubishi es su fiabilidad, aunque técnicamente no hemos evolucionado mucho».