El fútbol provincial dice adiós al año sumido en la mediocridad

El fútbol leonés dice adiós al 2003 sumido en la más absoluta mediocridad. Sólo el Promesas Ponferrada está respondiendo a las expectativas creadas, finalizando el año en la tercera posición, manteniendo una trayectoria ascendente que le ha permitido encadenar once jornadas sin conocer la derrota. La Bañeza, Hullera y Cultural B se debaten en posiciones medias-bajas de la tabla clasificatoria, al ocupar los puestos 11, 12 y 13 respectivamente, mientras el Atlético Bembibre se erige en farolillo rojo del grupo sin muchos visos de poder eludir el descenso de categoría, aunque tiene la salvación a sólo cuatro puntos, lo que hace concebir esperanzas. Eduardo Álvarez, con 23 futbolistas, es el técnico que más jugadores ha utilizado en estas 16 jornadas, mientras Manuel Villanueva, con 19, es el que menos hombres ha alineado a lo largo del año que finaliza. El próximo 4 de enero vuelve la competición y lo hace con una jornada que puede resultar clarificadora para las aspiraciones de los conjunto leoneses. El Promesas Ponferrada recibe al Norma San Leonardo, líder destacado del grupo y al que solo el Becerril ha sido capaz de derrotar hasta el momento. El equipo berciano está obligado a sumar los tres puntos en litigio para mantener la posición de privilegio que ahora ocupar y dejar en cuatro puntos la ventaja del club soriano. La Bañeza tiene una cita muy asequible sobre el papel, al recibir al Sporting Uxama, penúltimo clasificado y que sólo ha sido capaz de imponerse al Atlético Bembibre, aunque lejos de su feudo ha logrado puntuar frente a Becerril, Gimnástica Medinense y Norma San Leonardo. La SD Hullera, que despidió el 2003 con dos triunfos consecutivos, recibe en Santa Bárbara al Guijuelo, uno de los candidatos a disputar las eliminatorias de ascenso, que llega a Ciñera herido de muerte después de los últimos resultados cosechados. La Cultural B debe volver a la senda de los triunfos ante el Santa Marta en tierras salmantinas, mientras el Atlético Bembibre está obligado a iniciar su escalada ante la Arandina, un rival directo en la lucha por la permanencia, en tierras burgalesas.