LUCHA LEONESA 2000
Un proyecto ilusionante
Nó es sólo ahora y en esta coyuntura de transición en la Lucha Leonesa. Siempre suspiramos por un proyecto ilusionante; por un «proyecto con proyección» (de futuro) en todos los órdenes. Lo más alejado del «hacer que todo cambie para que todo siga igual». Temores éstos de Lampedusa que vienen a equivaler en Cazurrandia a lo de «los mismos perros con distintos collares // quítate tú p¿aponerme yo». ¿Más de lo mismo, más de los mismos? ¿Siempre los mismos? Eso no sería ni proyecto ni ilusionante, sino más bien -más mal- retroceso desilusionante. Nueva frustración. Frente a ello un proyecto / programa abierto, transparente y participativo: a la pluralidad, a las plurales tendencias y matices luchísticos, ilusionadamente aglutinados en el fin común de proyectar é impulsar la lucha leonesa. Que se hallen implicados y representadas las plurales - y dispares- sensibilidades de nuestra lucha. «... Que los montes se hacen llanos / cuando son muchas las manos/ y uno sólo el ideal». Nada de cerrarse a la diversidad - y disparidad- de aportaciones. Todo - y todos- resulta aprovechable. Sí a la continuidad (de actividades) y no rotundo al continuismo ( de actuaciones en base a rutinas mentales). Conservar lo que merezca ser conservado, aprovechar lo aprovechable. No se trata de desmontarlo y destruirlo todo - depredar- sino de partir de lo hecho, de lo bien hecho que también lo hay. Y a partir de ahí, empezar a proyectar, « a proyectar un proyecto con proyección de futuro «. Un proyecto que genere ilusión y tras el «Horizonte 2000» para la lucha Pues ya de partida sabido es que «la mujer del Cesar nó sólo ha de ser honrada sino parecerlo». Así pues, de cara a ese alejamiento de sombras se impondría una Auditoría clarificadora que disipe dudas ya de entrada; y/ó de partida. Y que despeje y proyecte luminosidad, no sólo hacia adentro sino externamente. Cuando son tan importantes eso que se ha dado en llamar «signos externos». En este caso auditar es tanto una obligación como un derecho; sin reservas mentales ni reticencia alguna. ¿Signos externos hemos dicho? Un inciso. Por imagen y hacia casi por dignidad, las oficinas federativas no debieran mantenerse en esa precaria soledad de La Serna (calle emblemática para este columnista por ser en la que le trajeron al mundo) y sí equiparándose también a estas «exterioridades» a cualquier deporte con estructura actual. Total, «a alinearse» en el Estadio con el resto. Otro contraejemplo -un mal ejemplo- también al hilo de la mujer del cesar y los signos externos é igualmente ilustrativo: el cuadro tan grotesco, cazurrista y compadreo de las liquidaciones a Equipos ó pago de dietas individuales (« a ver ¿escalonadas ó lineales...») en el bar ó a campo abierto, cual tratante de feria con fajo billetero «con goma de sujeción como único soporte contable». Ha de guardarse formalismos (de control con firma receptora / emisora y en el marco adecuado), esas apariencias tan importantes de los signos externos (de modernidad vía pago mediante talón o transferencia) y ... que «además de actuar con honradez también lo parezca». También de partida y sobre la marcha de la actualidad, o más bien de la no actualidad. Seguimos sin llegar a comprender estos 3 meses sin competición, cuando ni los humildes bolos cazurros interrumpen su temporada. Y menos aún se concibe la falta casi permanente de actividad luchística en la televisión y en los colegios: reiterar que en Canarias no bajan de la decena semanal los programas específicos de la lucha canaria en sus cadenas televisivas, al tiempo que no hay un solo colegio en todo el archipiélago donde no se practique su deporte regional. Aquí, con el parón invernal las actividades de la cancha a nivel de despacho y entendido éste en su sentido creativo / proyector / dinamizador / planificador ... y no en el gestor del cotidiano día a día para ir tirando. Y conste que conspirar es otra cosa y que desde aquí seguimos enarbolando la bandera del «ni acoso ni derribo: argumentos y debate». Entre tanto, en ello estamos.. Un proyecto ilusionante, un proyecto con vocación de futuro... y nó de pasado. En pos del «Horizonte 2000» para la lucha leonesa y el Luchístico horizonte 2000.