Un romo Burela no fue rival en ningún momento para Mármoles

Mármoles Aldeiturriaga se deshizo con más facilidad de la inicialmente prevista de un Burela que se mostró excesivamente romo en ataque, además de estrellarse con la descollante actuación del meta Julio en las pocas oportunidades de gol de que dispuso. El conjunto leonés sabedor de la importancia de este encuentro salió bien posicionado a la pista y con un fútbol sala de toque y rápidos movimientos fue haciéndose el dueño del partido, lo que se tradujo en un claro dominio en el marcador. Además, el primer gol de Milo materializado en el minuto cuatro sirvió para serenar los ánimos y jugar relativamente a placer ante un conjunto gallego que era la viva imagen de la impotencia ante la portería rival. Pese al tempranero gol local, el segundo tanto tardaría muchos minutos en producirse, siendo Roberto Herrero su autor en el minuto doce, lo que ponía en franquía el partido para los leoneses, además de dotarles todavía más de la tranquilidad necesaria para controlar el juego sin mayores agobios. Pese a que todavía restaban ocho minutos para que se llegará al descanso, el luminoso ya no sufriría más variaciones durante estos primeros veinte minutos. La situación no varió En la reanudación, la situación se mantuvo por los mismos derroteros, con un equipo local que controlaba la situación a placer y un equipo visitante que quería pero no podía. Como ya sucediera en la primera mitad volvió a ser el conjunto marmolero el que aumentaría la cuenta en las piernas de Luciano, quien consiguió el 3-0 cuando se cumplía el minuto siete. Cinco después volvió a ser el jugador brasileño el que superaba al portero rival estableciendo el 4-0 en el marcador, lo que parecía ya la sentencia definitiva del choque. Sin embargo, instantes después vino lo que parecía la reacción del conjunto lucense, pues en apenas quince segundos conseguía lo que no había logrado en los 34 minutos anteriores, batir al portero leonés en dos ocasiones colocando un inquietante 4-2 en el luminoso. Pero fue un espejismo. Con una exigua ventaja en el marcador, Mármoles Aldeiturriaga no estaba por la labor de la sorpresa y tomando las riendas del choque de nuevo volvió a poner las cosas en su sitio. Lucas primero y Luciano después volvieron a establecer la diferencia en el cuatro goles que campeaban en el marcador cuando apenas se había superado el ecuador de esta segunda mitad, con la única diferencia de que ahora ya no restaba tiempo para que el Burela pudiese amenazar el triunfo local. Pese a ello, Juanma cerraba el marcador con el 6-3 definitivo.