El Levante ahonda en la crisis del Barça al ganarle por la mínima (1-0)

El Barça sigue sin levantar cabeza tras perder ante el Levante en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey (1-0). Los azulgrana, esta vez con la segunda equipación, refrendaron todas las penurias por las que está atravesando con un resultado que deja en el aire una eliminatoria que se resolverá el miércoles en el Camp Nou. Rijkaard no tuvo en cuenta la reciente debacle liguera de Santander. El técnico holandés realizó tres variaciones de nombres pero dispuso el mismo sistema. Sin ningún planteamiento táctico y con mucho nerviosismo parecía muy complicado poner contra las cuerdas al líder de Segunda. Además, una decisión errónea de Rodríguez Santiago dejaría a los azulgrana al borde del abismo. Cuando el Barça y el Levante aún estaban viéndolas venir, el árbitro sancionó un agarrón mutuo entre Aganzo y Puyol a la salida de un córner como penalti. Con la transformación de Rivera, el cuadro levantino encaraba el partido con suma comodidad. Un equipo desquiciado, hecho a retales y con escasa confianza, volvía a estar por debajo en el marcador. La inconsistencia del Barça en todo su esplendor. Rijkaard la hacía aún más patente cuando los veinte minutos intercambiaba las posiciones entre Márquez y Cocu. El Barça era un barco a la deriva. Sin destino fijo. Sin moral. Sin credibilidad. Luis García en la banda izquierda mientras la derecha permanece vacía. Saviola luchando en solitario contra la muralla defensiva. Iniesta intentando darle criterio al juego. Van Bronckhorst desesperado ante la velocidad de Ettien. Demasiado desbarajuste para obtener algún premio. El Levante restaba agazapado. El conjunto de Manolo Preciado se limitaba a esperar a su rival. Una paciencia que había dado muchos frutos a anteriores contendientes de los azulgrana. Ante tanta nulidad, Rijkaard debió inculcar a sus jugadores un mayor grado de testosterona. Tras el descanso, el Barça creció en agresividad. Xavi daba el primer aviso ante un Levante que se comportaba con solidez. Instantes después, Iniesta topaba con la manopla de Aizpurúa. El Barça era más directo simplemente por emotividad. Ante la falta de calidad agravada por la mala disposición táctica, los azulgrana decidieron elevar su implicación. El Levante no se inmutó ni un ápice. Los valencianos conservaban la posición con holgura aunque sufrían en ocasiones el empuje de su rival como en un remate de cabeza de Márquez El Barça buscaba el empate sin la aportación de Ronaldinho. El brasileño era derribado cada vez que olía el esférico mientras las tarjetas amarillas estaban enganchadas en el bolsillo de Rodríguez Santiago. Tras una ocasión de Ettien, el Barça mostró la mayor de sus carencias: la falta de definición. Saviola y Sergio García erraron sendos mano a mano ante Aizpurúa. Suerte para los del Camp Nou que Valdés resolvió con acierto una contra en el descuento ante un veloz Ettien.