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DAKAR

Roma continúa de líder, pese al acoso de los franceses

Marc Coma, ya en territorio de Mali, en la disputa de la novena etapa

Publicado por
José María Rubio - nema
León

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Se había anunciado un Dakar duro e implacable, y quizás nadie se tomó muy en serio la amenaza de la primera carrera sin Hubert Auriol después de muchos años. Y sin embargo, el recorrido, el desierto, y los cordones de dunas han llevado a muchos participantes a casa, en una de las ediciones más infernales de la historia del Dakar. Después de 26 años pasando por los mismos lugares parece imposible que haya nuevas rutas, o que pasos como el de los Elefantes, que sortearon este viernes, sigan poniendo tantas dificultades a los pilotos. Pero las cosas son así. Cada Dakar es diferente y aunque se aborden pistas que llaman «tradicionales», el desierto siempre guarda sorpresas para los que se adentran en él. La novena etapa contenía el mayor recorrido cronometrado de la prueba, con 736 kilómetros contra el reloj, sobre pistas con mucha menos arena que los dos días anteriores. Ante semejante perspectiva para Joan Roma sólo había una táctica posible, no arriesgar y esperar acontecimientos. Sus rivales jugaron duro, y Sainct, que se va recuperando lentamente, después de su caída en la primera etapa marroquí, es la gran amenaza para Roma. El español aún lidera la carrera, aunque con solamente tres minutos de ventaja sobre el piloto francés de 33 años, ganador de la prueba el año pasado, a la espera de la penalización que sufra por haber perdido su libro de ruta. Bandas de asaltantes Como viene siendo habitual, el Dakar también sufre las consecuencias de la inestabilidad de la zona de Mali, en cuyo desierto existen numerosas bandas armadas incontroladas. Eso ha obligado a la organización a cambiar el trazado de la décima y undécima etapas que llevaban a los participantes desde Nema a Bobo Dioulasso.