«No va a ser un paseo, pero lo más duro ya ha pasado»

El Dakar terminó la que debía ser su única jornada de descanso y los pilotos están de nuevo en la pista en dirección de vuelta a Tidjikja, en Mauritania. La mayor parte han podido descansar, e incluso aburrirse bajo los 35º de calor que reinaban en Bobo-Dioulasso. Aún les quedan muchos kilómetros de especiales y nada fáciles, si bien no se espera que haya unos tramos tan duros y exigentes como los de los pasados días 8 y 9 de enero. A los participantes que lograron llegar a Nema se les dio la opción de alcanzar al rallye en Bobo-Dioulasso, y el más celebre de todos los que han llegado antes de las 18h30 del lunes, hora límite establecida, fue Colin McRae. El campeón del Mundo de Rallyes en 1995 llegó después de un periplo por África con su Nissan acompañado de su copiloto, Tina Thorner, ambos agotados, pero felices de estar de nuevo en carrera. El escocés está dando una lección de profesionalidad que pocos esperaban, ya que las condiciones de vida del Dakar no son las del Mundial de Rallyes, con hoteles lujosos al final de cada etapa. Sin embargo, ofrece lo mejor de sí para llevar su Nissan dic Up hasta la meta, además sin accidentes, y eso que Colin es un habitual de los vuelcos. La última semana de rallye promete ser muy emocionante, sobre todo en lo que a motos se refiere, ya que en coches el dominio de Mitsubishi es aplastante y no parece probable que ahora que ha pasado lo peor vayan a tener problemas, aunque los accidentes en esta carreras suceden en el sitio más inesperado. El martes los participantes vuelven a Bamako, aunque no por carretera, como llegaron desde la capital de Mali hasta Bobo Dioulasso, sino por una pista que recorre un bosque tropical, por pistas dignas del Mundial de Rallyes, es decir rápidas, y sin contratiempos de navegación, a no ser que los cruces en algunos puntos concretos estén confusos. Fuerte presión «No se puede decir que vaya a ser un paseo hasta el final, pero seguro que será más fácil de lo que hemos vivido hasta ahora. La presión que tengo encima es fuerte, pero lo positivo es que estamos solamente dos para luchar por la victoria, al menos en lo que a tiempo se refiere. La mentalización será muy importante y ya en una etapa rápida como la del martes pueden pasar cosas. Cuanto más rápido se va mayor puede ser el golpe, y de eso sé bastante, así que no hay que bajar la guardia, y tres minutos no son nada. Yo tengo aun dos compañeros de equipo en carrera y seguro que serán de gran ayuda», comenta Nani Roma.