Necesidad de ganar

LA FASE CLASIFICATORIA para probar fortuna en la lotería del ascenso ha doblado la esquina, entrando en la larga recta final, para la Cultural y para el Baloncesto León. Ello supone, como tantas veces se ha comentado, que los puntos tienen ya un notable peso específico en base a estar entre los elegidos, entre los cuatro primeros para la Cultural y entre los ocho para Baloncesto León. De ahí la necesidad de ganar, particularmente en ocasiones que, al menos teóricamente, son propicias. Así, la Cultural viaja a Zaragoza para enfrentarse al filial zaragozano. Equipo esencialmente joven, donde se hacen méritos para llegar al primera División actual. Ello supone que tienen calidades probadas y posibles futuros, y tratan de demostrarlo en las clases prácticas de los partidos, particularmente cuando juegan en su campo y lógicamente son más los observadores. Suelen jugar y dejar jugar, y ello es altamente propicio para conjuntos como la Cultural que tienen jugadores más hechos y aspiraciones más altas, por más que algunos filiales, particularmente los más grandes, (como el del Real Madrid o Atlético de Madrid) estén y aspiren, como la Cultural a entrar en la segunda A. Menos espectadores y menos presión para los jugadores, basamentan la consideración de propicio para conseguir la victoria. La Cultural, sin excesivo brillo, limpió el borrón del conquense ante el Tomelloso. Con ello apuntaló, siquiera sea levemente, su lugar entre los aspirantes -cuarta plaza perseguido de cerca-, necesitando la victoria para no ser desplazado del privilegiado lugar; porque si bien es cierto que aún queda mucho camino por recorrer, también lo es que la moral se rebaja al ser desplazado. Volverán a estar en las filas culturalistas jugadores resolutivos. La Cultural los necesita, como necesita la urgente incorporación del brasileño Adriano en buena forma, después de su larga y notada ausencia. Solo vale ganar o ganar. La Cultural puede y debe lograr la victoria que la afirme en los puestos clasificatorios y confirme sus aspiraciones de ascenso. Baloncesto León, cuando parecía haber encontrado el buen camino, volvió a las andadas tropezando en Algeciras, donde todo hacía esperar la continuidad vertical, hacia arriba, en su ascenso. Tropiezo doloroso por añadidura, dada la diferencia de puntos -diecinueve- que es guarismo al límite de lo considerado, entre la gente baloncestista, como paliza. Ahora tiene una buena ocasión de rectificar.