Diario de León

León logra un triunfo agónico a base de rigor y sufrimiento

El Granada mandó durante todo el partido pero Ordín otorgó a Llorente el balón decisivo

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Carlos Frá - león
León

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Baloncesto León sumó una nueva victoria ante el Granada, pero tuvo que sufrir mucho en la pista y demostrar toda la seriedad posible sobre la cancha para solventar situaciones en las que se vio desquiciado. El equipo andaluz hizo su partido y sólo sus errores finales permitieron a León conseguir una victoria agónica sobre la bocina en las manos de Mosley y Pepe Llorente. Pero para llegar a esa opción, León había tenido que apretar los dientes y seguir remando en una noche en la que la corriente baja muy crecida, tanto por la pareja arbitral como porque no era su noche, especialmente en el tiro exterior. León llevó la iniciativa en las primeras jugadas, pero la pareja arbitral entró en partido más rápido que los dos equipos y pronto llevó la ansiedad a la pista. El Granada sacó partido y sólo el buen rebote y la intensidad defensiva de León impidieron una renta rápida, porque en ataque no salían las cosas. Martín Ferrer dejó la pista a los cinco minutos después de otorgar dos 2+1 consecutivos que el Granada aprovechó para irse de ocho (6-14). El equipo no encontraba su lugar en la pista y la pareja arbitral colaboraba en todo lo posible buscando personales en ataque a León que vio como el parcial de faltas era de 6-0 cuando habían transcurrido más de siete minutos. El público se mostró indignado y León apretó los dientes, porque en esta mala noche no quedaba más que sufrir y mucho para mantenerse en el partido el mayor tiempo posible. En el segundo cuarto entró Higgins por Onyekwe que había contemplada con estupor como su casillero de faltas tenía dos insólitas luces encendidas. Sin el nigeriano León tenía muchos problemas en ataque, porque el Granada se cerraba bien y aprovechaba sus recursos. Pero el equipo de Jareño empezó a encontrar fórmulas, ahora liderado por Mosley y consiguió limar levemente la renta, hasta que el Granada empezó a aplicar mayor contundencia defensiva a su defensa, con una permisividad arbitral que indignaba a la grada. Los dos equipos pusieron en pista a sus dos bases, pero León reclamaba a gritos un paso urgente por el vestuario, entre otras cosas, para serenar la cabeza cuanto antes, porque los andaluces habían tocado techo con una renta máxima de once puntos. Con cinco abajo, León vio como el tercer cuarto se iniciaba con la misma tónica vista hasta ahora, con la enésima falta en ataque, en este caso, a Julio. La tercera del canterano llevó a Pepe Llorente a la pista y aunque llegó una tímida aproximación de León, las prisas provocaron varios errores consecutivos que dieron nuevas ventajas al Granada. Jareño puso en pista a Mosley y Onyekwe, únicos con capacidad de anotación hasta el momento, y el equipo, con un triple de Llorente, se puso a dos. Pero un nuevo error arbitral privó a León del balón que le daba opción para empatar. Pero el equipo había asumido plenamente la situación y estaba dispuesto a dejarse la piel en el intento. Cada balón y cada posibilidad se jugaba con el mayor rigor que dejaban las circunstancias. Jareño desde el banquillo y Iker desde la pista no se cansan de pedir tranquilidad al equipo. Y el técnico se la jugó a los centímetros. Con Mosley, Onyekwe y Higgins llegó la ansiada fórmula para limar la renta del Granada. Con Pepe dirigiendo León se puso a uno (46-47) lo que consiguió despertar a la afición, que estaba más pendiente hasta el momento de la pareja arbitral. El público empujaba y Higgins anotaba su primera canasta con su nuevo equipo que daba paso al empate a 49, a falta de dos minutos. Onyekwe cerró el cuarto colocando a León de nuevo a dos puntos y abrió el periodo definitivo logrando el empate, y después con un 2+1 abriendo una renta de tres para los locales, la primera desde el inicio del choque. Pero el Granada confiaba en sus opciones y aprovechaba los desajustes de León para robar balones y anotar fácil. El equipo local peleaba balón a balón, pero cada aproximación o renta mínima era respondida por los granadinos. Y Jareño apostó por jugar con Pepe e Iker, ya sin los tres hombres altos. Se precisaba un nuevo empujón para intentar ganar el partido. A falta de dos minutos, León logró una tímida ventaja de un punto, pero el Granada respondió con contundencia y se fue de cuatro. Pero los de Jareño no querían que tanto esfuerzo fuera en vano y aunque Nacho Ordín tuvo el partido en sus manos, erró dos tiros libres que habrían puesto a su equipo cinco arriba. Quedaban 25 segundos y León envió el partido a Mosley que anotó un triple y logró empatar. Y el Granada había cometido dos errores. Había pedido un tiempo muerto que dio a León la opción de preparar esa jugada y sacó de fondo buscando un contraataque rápido que llevó el balón fuera. Los de Jareño tenían doce segundos y posesión. Los nervios estaban a flor de piel y el canterano Pepe Llorente logró una canasta sobre la bocina que dio a León una victoria realmente importante. El Granada sigue sin ganar en el Palacio de Deportes.

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