La lesión de Zidane deja al Real Madrid carente de materia gris

El francés del Madrid, Zinedine Zidane, permanecerá dos semanas de baja como consecuencia de una pequeña rotura en el muslo derecho sufrida en el choque del pasado domingo contra el Betis, en el Manuel Ruiz de Lopera, correspondiente a la vigésima jornada de Liga. Aunque el astro galo pudo terminar el partido ante los verdiblancos, se retiró con molestias musculares que, lejos de remitir, fueron a más en las últimas horas y le produjeron un gran edema, un pequeño hematoma y una visible cojera. Ayer Zizou fue sometido a una ecografía y a una resonancia nuclear magnética que revelaron la microrrotura en el vasto intermedio. Zidane se perderá con toda seguridad los dos próximos partidos del torneo de la regularidad, contra el Villarreal, en el Santiago Bernabéu, y el Valladolid, en Zorrilla, así como la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey ante el Valencia, lo que puede resultar más problemático para su equipo debido al potencial del rival. Tras ofrecer el parte, el jefe de los servicios médicos del club, Alfonso del Corral, aseguró estar satisfecho por el diagnóstico dentro de lo que cabe, ya que en una primera exploración llegó a temer que la rotura fuese en el recto anterior, a su juicio un músculo mucho más delicado, con «más riesgo» y de recuperación más difícil para los futbolistas. Añadió que Zidane recibirá el alta y podrá volver a los entrenos en cuanto deje de notar dolor. «La lesión se la produjo en algún esfuerzo realizado durante el partido contra el Betis, al que no llegó con molestias musculares», afirmó el facultativo. En este tipo de lesiones la sobrecarga de partidos suele ser determinante y, sin ir más lejos, Zidane jugó completo el partido de vuelta de octavos de final de la Copa y que el equipo blanco disputó la semana pasada ante el Eibar. En el peor momento Este problema físico del mejor centrocampista del mundo llega en el peor momento de juego del Madrid en la presente campaña. Los de Queiroz suman ya tres partidos consecutivos fuera de casa sin ganar y a sus tradicionales problemas defensivos unen ahora dificultades hasta para crear ocasiones. En Heliópolis les salvó de nuevo una genialidad de Ronaldo, quien al término del partido puso el dedo en la llaga, no se mordió la lengua y llegó a decir que el primer tiempo fue un «desastre», en el que sobre todo fallaron la «actitud y falta de agresividad» del equipo. Para reemplazar a Zinedine Zidane, que en este sistema del Madrid juega escorado a la banda izquierda, Queiroz baraja dos opciones: situar al argentino Solari, con lo que el equipo ganaría defensivamente pero perdería en ataque, o Guti, con más llegada pero menos capacidad para robar balones.